jueves, 15 de julio de 2010

GENERACIONES PERDIDAS, DESIGUALDAD

Óscar Arias Sánchez, Presidente de la República de Costa Rica

Cumbre de la Unidad de América Latina y el Caribe, Cancún, México, 22 de febrero de 2010

Excelentísimos Jefes de Estado y de Gobierno de América Latina y el Caribe, amigas y amigos:

Quiero agradecer al Presidente Felipe Calderón, y al pueblo mexicano, por la hospitalidad con que hemos sido recibidos en esta maravillosa esquina del mundo. Como ustedes saben, mi país ha conquistado en estos días un pendón más en la lucha por una mayor inclusión femenina. Tengo el honor de presentar, ante ustedes, a la primera Presidenta de la República de Costa Rica. Doña Laura Chinchilla es una extraña aleación de la política: es el producto de fundir los mejores metales de la prudencia, la honestidad, la inteligencia y la valentía. Presentarla ante ustedes es para mí un inmenso orgullo.
Ésta es mi última participación en una cumbre internacional. No pretendo despedirme de América Latina ni del Caribe. Los sueños de esta región los llevo atados al centro de mi vida. Pero sí debo despedirme de ustedes, colegas, hermanos, compañeros de viaje. Debo despedirme de este auditorio que resume, en un racimo de voces, las esperanzas de más de 600 millones de personas, casi una décima parte de la humanidad. Es en nombre de esa estirpe latinoamericana que quiero compartir con ustedes algunas reflexiones. Es en nombre de la prosapia que habita más allá de estas puertas, y que exige de nosotros la osadía de construir un lugar más digno bajo el sol.

A pesar de los discursos y de los aplausos, lo cierto es que nuestra región ha avanzado poco en las últimas décadas. En ciertas áreas, ha caminado resueltamente hacia atrás. Muchos quieren abordar un oxidado vagón al pasado, a las trincheras ideológicas que dividieron al mundo durante la Guerra Fría. América Latina corre el riesgo de aumentar su insólita colección de generaciones perdidas. Corre el riesgo de desperdiciar, una vez más, su oportunidad sobre la Tierra. Nos corresponde a nosotros, y a quienes vengan después, evitar que eso suceda. Nos corresponde honrar la deuda con la democracia, con el desarrollo y con la paz de nuestros pueblos, una deuda cuyo plazo venció hace siglos.

Honrar la deuda con la democracia quiere decir mucho más que promulgar constituciones políticas, firmar cartas democráticas o celebrar elecciones periódicas. Quiere decir construir una institucionalidad confiable, más allá de las anémicas estructuras que actualmente sostienen nuestros aparatos estatales. Quiere decir garantizar la supremacía de la ley y la vigencia del Estado de Derecho, que algunos insisten en saltar con garrocha. Quiere decir fortalecer el sistema de pesos y contrapesos, profundamente amenazado por la presencia de gobiernos tentaculares, que han borrado las fronteras entre gobernante, partido y Estado. Quiere decir asegurar el disfrute de un núcleo duro de derechos y garantías fundamentales, crónicamente vulnerados en buena parte de la región latinoamericana. Y quiere decir, antes que nada, la utilización del poder político para lograr un mayor desarrollo humano, el mejoramiento de las condiciones de vida de nuestros habitantes y la expansión de las libertades de nuestros ciudadanos.
Se valen de un mecanismo democrático, para subvertir las bases de la democracia. Un verdadero demócrata, si no tiene oposición, debe crearla. Demuestra su éxito en los frutos de su trabajo, y no en el producto de sus represalias. Demuestra su poder abriendo hospitales, caminos y universidades, y no cerrando medios de comunicación. Un verdadero demócrata demuestra su energía combatiendo la pobreza, la ignorancia y la inseguridad ciudadana, y no imperios extranjeros, conspiraciones secretas e invasiones imaginarias. Esta región cansada de promesas huecas y palabras vacías, necesita una legión de estadistas cada vez más tolerantes, y no una legión de populistas cada vez más autoritarios. Es muy fácil defender los derechos de quienes piensan igual que nosotros. Defender los derechos de quienes piensan distinto, ése es el reto del verdadero demócrata. Ojalá nuestros pueblos tengan la sabiduría para elegir gobernantes a quienes no les quede grande la camisa democrática.
Y ojalá también sepan resistir la tentación de quienes les prometen vergeles detrás de la democracia participativa, que puede ser un arma peligrosa en manos del populismo y la demagogia. Los problemas de Latinoamérica no se solucionan con sustituir una democracia representativa disfuncional, por una democracia participativa caótica. Parafraseando a Octavio Paz, me atrevo a decir que en nuestra región la democracia no necesita echar alas, lo que necesita es echar raíces. Antes de vender tiquetes al paraíso, preocupémonos primero por consolidar nuestras endebles instituciones, por resguardar las garantías fundamentales, por asegurar la igualdad de oportunidades para nuestros ciudadanos, por aumentar la transparencia de nuestros gobiernos, y sobre todo, por mejorar la efectividad de nuestras burocracias. Mi experiencia como gobernante me ha comprobado que los nuestros son Estados escleróticos e hipertrofiados, incapaces de satisfacer las necesidades de nuestros pueblos y de brindar los frutos que la democracia está obligada a entregar.
Esto tiene serias consecuencias sobre nuestra capacidad de honrar la segunda deuda que he querido mencionarles, la deuda con el desarrollo. Una deuda que, repito, tenemos que honrar nosotros. Ni el colonialismo español, ni la falta de recursos naturales, ni la hegemonía de Estados Unidos, ni ninguna otra teoría producto de la victimización eterna de América Latina, explican el hecho de que nos rehusemos a aumentar nuestro gasto en innovación, a cobrarle impuestos a los ricos, a graduar profesionales en ingenierías y ciencias exactas, a promover la competencia, a construir infraestructura o a brindar seguridad jurídica a las empresas. Es hora de que cada palo aguante la vela de su propio progreso.
¿Con qué derecho se queja América Latina de las desigualdades que dividen a sus pueblos, si cobra casi la mitad de sus tributos en impuestos indirectos, y la carga fiscal de algunas naciones en la región apenas alcanza el 10% del Producto Interno Bruto?
¿Con qué derecho se queja América Latina de su subdesarrollo, si es ella la que demuestra una proverbial resistencia al cambio cada vez que se habla de innovación y de adaptación a nuevas circunstancias?
¿Con qué derecho se queja América Latina de la falta de empleos de calidad, si es ella la que permite que la escolaridad promedio sea de alrededor de 8 años? Y sobre todo,
¿Con qué derecho se queja América Latina de su pobreza si gasta, al año, casi 60.000 millones de dólares en armas y soldados?
La deuda con la paz es la más vergonzosa, porque demuestra la amnesia de una región que alimenta el retorno de una carrera armamentista, dirigida en muchos casos a combatir fantasmas y espejismos. Demuestra, además, la total incapacidad para establecer prioridades en América Latina, una práctica que impide la concreción de una verdadera agenda para el desarrollo. Hay países que sufren conflictos internos, que pueden justificar un aumento en sus gastos de defensa nacional. Pero en la gran mayoría de nuestras naciones, un mayor gasto militar es inexcusable ante las necesidades de pueblos cuyos verdaderos enemigos son el hambre, la enfermedad, el analfabetismo, la desigualdad, la criminalidad y la degradación del medio ambiente. Es lamentable que en esta Cumbre de
Y es también lamentable que en esta Cumbre de la Unidad se encuentre ausente el Gobierno de Honduras, cuyo pueblo es víctima del militarismo y no merece castigo, sino auxilio.

Si hace veinte años me hubieran dicho que en el 2010 estaría todavía condenando el aumento del gasto militar en América Latina, probablemente me habría sorprendido.
¿Cómo, después de haber visto los cuerpos destrozados de jóvenes y niños heridos en la guerra, podía esta región anhelar un retorno a las armas?
¿Cómo habría de permitir el dantesco desfile de cohetes, misiles y rifles que pasa frente a pupitres desvencijados, loncheras vacías y clínicas sin medicinas?
Algunos dirán que me equivoqué al confiar en un futuro de paz.
No lo creo. La esperanza nunca es un error, no importa cuántas veces sea defraudada.

Amigas y amigos Presidentes y Jefes de Gobierno:
Yo aún espero un nuevo día para América Latina y el Caribe. Espero un futuro de grandeza para nuestros pueblos. Llegará el día en que la democracia, el desarrollo y la paz llenarán las alforjas de la región. Llegará el día en que cesará el recuento de las
Puede ser mañana, si nos atrevemos a hacerlo. Puede ser el próximo año, la próxima década o el próximo siglo. Por mi parte, yo seguiré luchando. Sin importar las sombras, seguiré esperando la luz al final del arcoíris. Seguiré luchando hasta que llegue el día.


Muchas gracias.
Oscar Arias,
Presidente de Costa Rica.

jueves, 22 de abril de 2010

PICO Y PLACA

Meses atrás, el Alcalde de Quito viene hablando de su famoso “proyecto” llamado PICO Y PLACA, con el que pretende regular la circulación vehicular, dictando para el efecto la Ordenanza 305. Esta Ordenanza no dice nada de cómo se va a implementar esta medida de tránsito, pero si dice que pretende optimizar la circulación vehicular y agilitar la fluidez del tráfico. Sin embargo, conocemos por declaraciones del Alcalde y algunos concejales, que la medida empezará el próximo 3 de mayo del 2010; que sacará de circulación del centro de Quito, al 20% del parque automotor calculado en 400.000 vehículos, lo que equivale a decir que se quedarán en casa 80.000 mil vehículos cada día; que para este control se tendrá en cuenta el número de la placa; que la disposición se aplica sólo en las horas pico de la mañana y tarde; que a los que incumplan la medida, se les aplicará una multa. Sencillo ¿verdad? Aplausos al bla bla bla.

Lo que no dice el Alcalde, sus agenciosos concejales y funcionarios, es que no existe un estudio técnico y responsable de la gravísima carga que se quiere imponer a los miles de miles de ciudadanos que diariamente prestan su fuerza de trabajo en Quito, no sólo a los que tienen que dejar su vehículo, sino al 70% de quiteños que diariamente se transportan en diferentes medios a sus lugares de trabajo; lo que no se dice es el costo en dólares que los quiteños perderán por una regulación vehicular inconsulta y tomada al apuro. No se dice cómo se va a implementar el transporte de 80.000 ciudadanos conductores de vehículos que quedan guardados en casa, a los que se deben sumar los familiares y amigos que ese vehículo transportaba. Veo con preocupación que el Alcalde y el Concejo Cantonal están engañando a los quiteños, porque desde el 3 de mayo tendremos un tsunami que arrasará de un solo golpe a la economía de los quiteños. Vemos que no se han tomado alternativas serias, como implementar el número de unidades o buses para el transporte de 80.000 ciudadanos al día, que deberán salir desde el Norte, el Sur, desde los valles, hacia el centro de Quito. Se miente al decir que se ha previsto que ingresarán 116 nuevas unidades de transporte, pero ni el municipio ni los transportistas disponen de tantas unidades. Los transportistas no van a invertir 100.000 dólares por cada unidad para trabajar sólo en horas pico; los transportistas que quieran comprar un bus, no tendrán “autorización” de los dueños de las empresas existentes para que ingresen a hacerles competencia. Las supuestas plataformas o playas de estacionamiento que dicen estarán listas para esa fecha, no llegarán a recibir ni 5.000 vehículos, peor los 80.000 vehículos obligados a parar. La medida es simplemente un abuso de autoridad, es la falta de conocimiento, de planificación. Es despotismo y copia del Jefe. La medida es inconstitucional porque perjudica nuestros derechos.

A quienes tenemos la necesidad de transportarnos en los buses municipales, o en los buses de las diferentes empresas de transporte, nos consta que nos llevan como animales y no como personas, no sólo en las horas pico, sino a cualquier hora. Sólo pensemos que con 80.000 personas más al día, el sistema colapsará. La regularización vehicular está llamada al fracaso, como todo lo que toca el gobierno de la revolución ciudadana que fomenta la corrupción y la inseguridad ciudadana.

Luego del fracaso que se anuncia a un costo de 3.5 millones de dólares, los quiteños tendremos que entregar al Alcalde UN PICO Y PALA para que tape los baches y hoyos existentes en todas las vías del Distrito Metropolitano, y, luego PAGAR POR UNA PLACA muy grande y muy vistosa, para que sea colocada en el Parque de la Independencia, para que los quiteños pendejos que ya no tenemos libertades y garantías plenas, se arrepientan de haber votado por la misma cosa, Correa y Barrera bla bla bla.

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viernes, 16 de abril de 2010

PROBIDAD NOTORIA DE PESANTEZ

El probable “juicio político” al Fiscal Pesántez, convertido en el mayor escándalo político jurídico de los últimos años, nos dejará incógnitas que acaso no lleguen a revelarse jamás. De todo cuanto hemos visto y oído, no nos queda sino un sabor amargo de impotencia que a la fuerza nos impone el gobierno de Rafael Correa. Podrían sumar miles de páginas en informes, en denuncias, en acusaciones, en defensa llenas de insultos por partidarios de Correa y del fiscal, artículos de la prensa libre y de las del gobierno, etc., pero que al final todo quedará en nada, será un cuento chino. Vendrán las protestas, los odios, los rencores, los resentimientos, las críticas, etc., pero lo más terrible, quedamos los ecuatorianos sumidos en la más grande corrupción de los últimos treinta años, cuando vemos asombrados que la corrupción está enquistada al más alto nivel de las instancias jurídicas políticas. El PODER adquirido por el Presidente Rafael Correa, gracias a que tontos útiles le sirven simplemente de alfombras, quedará marcado en la historia de la patria como una de las páginas más infamantes y deshonrosas de un gobierno corrupto. Asambleístas, políticos de oposición, periodistas, ciudadanos que no estamos de acuerdo con el gobierno de Correa iremos a las cárceles, y los criminales, los corruptos, los ladrones, los narcotraficantes, etc. nos dejarán sus celdas para la infamia del gobierno corrupto.

Recordemos que el Presidente Correa, varios Ministros de Estado, el Presidente de la Asamblea Nacional, asambleístas de AP, asambleístas de otros partidos que esperan sacar jugosos resultados por no aprobar un juicio político contra el fiscal Pesántez, han convertido a mi patria en un circo gigantesco en dónde solo se divierten los nuevos dueños del país. Por culpa de un mal funcionario a quien en principio la Asamblea Nacional le pidió la renuncia, el país está en vilo; cada día se divide más; la popularidad de Correa baja, pero que importa si tiene el poder ¿verdad? La tozudez y prepotencia de Correa y Pesántez (por algo muy grande será ¿Verdad?) hace que los ecuatorianos miremos impávidos y atónitos, el manejo político de la corrupción, que hace que la política de la partidocracia anterior quede en pañales, comparando a la mala práctica política de la revolución ciudadana. Correa pretende tener un fiscal obediente; que no investigue los delitos que cometen día a día los funcionarios de la revolución ciudadana. El corcho Cordero, Presidente de la Asamblea Nacional afirmó que no existen causales para el enjuiciamiento al fiscal, y por ello se apresta a corchar, tapar, y cubrir los pecados de Pesántez, porque con ello corcha, tapa y encubre la corrupción del socialismo del siglo XXI.

La Fiscalía General del Estado es un órgano autónomo del Poder Ejecutivo. Tiene autonomía administrativa propia, pero tal como están las cosas, vemos que perdió su autonomía, su función independiente, desde que el Fiscal únicamente se dedicó a investigar a los ecuatorianos que tarde o temprano se convertirían en sus enemigos políticos y tapar las irregularidades de corrupción denunciados por valientes ecuatorianos. Pesántez obtiene un poder incalculable al más puro estilo del inolvidable Vladimiro Montesinos del gobierno peruano de Fujimori. El Fiscal General perdió toda credibilidad ante el pueblo, perdió su objetividad en el alto cargo que desempeña, y de ahí su falta de probidad notoria de la que ahora le acusan 33 asambleístas que pidieron el juico político. La probidad no es una dádiva de Correa, se la gana sirviendo con decencia, con honestidad, con objetividad. El fiscal la perdió.

La PROBIDAD señor Correa y señor Pesántez significa simplemente HONRADEZ.
LA FALTA DE PROBIDAD es el defecto en el obrar en contra de su obligación; es la acción u omisión perjudicial en que se incurre por ignorancia, impericia, negligencia, mala fe, por la acción u omisión voluntaria al no defender los intereses del Estado sino del gobierno de turno. Es la falta de moral, de ética, al anteponer los intereses personales políticos contra los intereses generales de las personas, de los ciudadanos ecuatorianos. La honradez señor Correa y señor Pesántez, es la rectitud de ánimo, la integridad en el obrar, en la rectitud de comportamiento, en la integridad, en ser transparentes y sinceros, en hablar y decir la verdad. La dignidad de la función de fiscal exige probidad notoria, lealtad y veracidad pero no hacia Correa, sino a la función misma que es defender los intereses de los ecuatorianos. Lamentablemente la actuación del Fiscal Pesántez deja mucho que desear y está muy alejado de los principios legales y éticos que antes indico, porque no ha intervenido en defensa de los derechos e intereses del pueblo ecuatoriano, sino en defensa de intereses políticos personalísimos del mismo fiscal Pesántez y particularmente del Presidente Correa.

El pretendido juicio político será archivado, será corchado, será tapiñado. Los intereses mezquinos y fraudulentos del Socialismo del Siglo XXI serán los ganadores de este espectáculo circense, porque no habrá juicio político. No habrá destitución.
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viernes, 5 de marzo de 2010

FISCAL PESANTEZ=CORRUPCION


Varios asambleístas de la bancada de gobierno denunciaron abusos de poder del Fiscal General Washington Pesántez, “abuso que pone en riesgo la confianza ciudadana y su credibilidad respecto de la administración de justicia”. Dicen estar recolectando pruebas para el juicio político en su contra y por ende su destitución. El Fiscal General, olvidándose que fue la Asamblea Nacional quien le designó (a dedo, a pedido del Presidente Correa y no por concurso de méritos como dijo Pesántez a los medios de comunicación), lanzó una serie de ofensas y amenazas en contra de los asambleístas que quieren su salida; acusó de ilícitos al Ministro de Gobierno, al Ministro de Justicia y otros; los amenazó con denunciarlos y descuerarlos si se daba el juicio político.

Con el pedido de renuncia al Fiscal y amenazas de éste, se ha desatado en el Ecuador una singular batalla entre los asambleístas del partido de gobierno. Unos, que están más cercanos a Correa defienden a Pesántez y no quieren su juicio político. Otros, los más progresistas, quieren el juicio político y la destitución de Pesántez. Lo uno o lo otro traerá graves consecuencias para el gobierno corrupto de Correa, que día a día pierde más popularidad.

Recordemos que el Fiscal Pesántez desde hace más de un año fue muy crítico en contra de la Función Judicial; viene actuando políticamente con fines protervos al acusar a sus superiores, los jueces de la Corte Nacional de Justicia, de deshonestidad y corrupción en varios casos importantes que tienen que ver con el narcotráfico y lavado de dinero. Los jueces acusaban a su vez al Fiscal General de obstruir la justicia. La pugna de jueces y fiscales era el pan de cada día durante meses. Los más de 500 fiscales del país denunciaban la corrupción de los jueces de primera instancia, y éstos acusaban de corrupción a los fiscales. Recuerden que el Fiscal Pesántez pidió “la responsabilidad judicial del Comandante de las Fuerzas Armadas de Colombia” por el ataque a Angostura, con un claro propósito de seguir generando polémica en el país, y alimentar políticamente el odio de Rafael Correa en contra del Presidente Uribe de Colombia, por haber ordenado el ataque de Angostura y sin lugar a dudas, por haber exterminado a sus amigos guerrilleros de las FARC de Colombia que le ayudaron económicamente en su campaña electoral.

Sigamos la función política del Fiscal. A él se le unieron como coro de angelitos, para atacar a la función judicial, el Procurador General del Estado, varios miembros de la Institución Policial, militar, el Consejo de la Judicatura, y por último el mismo Presidente Correa, quien en sus famosas cadenas nacionales atacó a los “jueces corruptos” que no le dieron la razón al sentenciar en contra del Estado, (Correa ordenó a un tonto útil para que clausure Teleamazonas por 72 horas). También recordemos que el 27 de diciembre del 2008, el Presidente Correa dijo que el proceso para la designación de los jueces de la Corte Nacional de Justicia, fue transparente. A los seis meses, ya había las voces del Fiscal y otros funcionarios del gobierno pidiendo que los jueces de la Corte Nacional se vayan. Hoy mismo, el Fiscal daba su total respaldo al Comandante de la Policía del Guayas, quien ante los medios públicos denunciaba a jueces corruptos. La Corte de Guayaquil le dio plazo de 72 horas para que dé sus nombres, caso contrario lo acusarían del delito de injurias graves. El gobierno puso a trabajar a sus tontos útiles para tratar de llegar a un acuerdo con la Corte de Guayaquil y evitar el juicio penal en contra del mal policía deliberante y no obediente. Es el mismo Presidente Correa que nuevamente se ve envuelto en otro escándalo, cuando sin pena ni gloria defiende públicamente al Fiscal como antes ya lo hiciera con “el compañero” José Ignacio Chauvín, cuando lo visitó en la cárcel y fue acusado de estar en la red del narcotráfico de los hermanos Ostaiza, amigos de gobierno.

Ahora, el Fiscal deberá enfrentar varios casos de corrupción por no haber acusado en su momento o se abstuvo de acusar en los procesos a muchos delincuentes de cuello blanco. Mucho dinero de por medio. Los ciudadanos creemos que el Fiscal ya no es un hombre probo, íntegro, honrado, moral, honorable. Ha hecho uso y abuso del poder. Tiene en sus manos cientos de investigaciones en contra de cientos de funcionarios, empleados, asambleístas, ministros, etc., que no han salido a luz pública ni saldrán. De estas investigaciones, vienen los chantajes a los asambleístas, funcionarios o sus familiares. Con estas investigaciones les cierra la boca y sigue su prepotencia aprendida de su maestro Correa. De ahí las amenazas, si das tus votos en mi contra, te denuncio. ¿Verdad Presidente? De ahí que quedan en el olvido los juicios de lavado de dinero, de narcoguerrilla, etc. ¿Porqué el Fiscal no inició juicios en contra de los asambleístas, funcionarios, ministros y sus familiares antes del escándalo de corrupción del que ahora se le acusa?

El Secretario Jurídico de la Presidencia de la República, quien tiene más poder que Correa mismo, dijo defendiendo a Pesántez “que el pedido de renuncia por parte de la Asamblea es ilegal”. Agregó “que no hay votos suficientes para destituir al Fiscal”. Por su lado, el Presidente de la Asamblea Nacional aseguró “que no existen causales para un juicio político en contra de Pesántez”. Los partidarios de Correa defienden al Fiscal, todo en un coro que espeluzna por su corrupción.

Creemos que no habrá destitución del corrupto fiscal. El gobierno sigue hundiéndose en su propio estiércol de la corrupción. Por ello, creo debemos aceptar como ciertos los rumores que circulan en la ciudad de Quito. Los quiteños dicen que la esposa e hijos de Rafael Correa se fueron a vivir en Bélgica, que lo abandonaron porque ya no lo aguantan; que el último viaje de Rafael Correa a Bélgica, acompañado de Pesántez (que nada tenía que hacer en ese viaje), no fue nada más ni menos, que para tratar de recuperar unos dineros que Correa había depositado en las cuentas de los familiares de su esposa, antes de su separación. Viva la fiesta. La corrupción ya es de todos.
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martes, 16 de febrero de 2010

MAS SOBRE LA MARCHA DE LA DIGNIDAD


La “marcha de la dignidad” de los guayaquileños fue un éxito total. Fueron más de trescientas mil personas que salieron a las calles para reclamar por la justa y legal asignación económica que le corresponde a Guayaquil y que el gobierno de Correa le niega al municipio del primer puerto del país. Los guayaquileños no solo reclamaron las asignaciones económicas, sino exigieron respeto por parte de Rafael Correa para sus ciudadanos.

Los medios de comunicación del gobierno, pretendiendo minimizar la marcha se apresuraron a publicar en internet unas fotografías en donde aparecen pequeños grupos de ciudadanos sobre la avenida 9 de Octubre. Lo que no se dice es que esas fotografías fueron tomadas unas tres o cuatro horas antes de la marcha. Tampoco se dice que se vieron todo tipo de personas, los pobres, los ricos, los pelucones, los estudiantes, los trabajadores, los jóvenes e incluso los niños. Tampoco se dice que Correa ordenó la prohibición de sobrevuelos de helicópteros sobre Guayaquil. No quería que los medios libres de televisión filmen una de las marchas más grandes dadas en esa ciudad. Correa hizo coincidir su viaje a Cuba para operarse de una rodilla, el mismo día de la marcha. ¿La razón? Muy simple, estar fuera para evitar realizar comentarios respecto del lugar en donde le pusieron los monos.

El desfile de ciudadanos es el despertar del pueblo ecuatoriano ante el totalitarismo de Correa. Es un anticipo a las muchísimas marchas que se darán en otros lugares de la patria, reclamando sus derechos y libertades.

Recuerde señor Correa, el pueblo no le dio un cheque en blanco para que usted haga lo que quiera, como aliarse con el ALBA, con los comunistas, los socialistas, con las FARC de Colombia, con el narcotráfico, con los delincuentes, subir al más alto nivel la corrupción, etc. Los guayaquileños ya le pusieron en su sitio.

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jueves, 11 de febrero de 2010

MARCHA DE LA DIGNIDAD

En septiembre del año pasado se reunió la Asociación de Municipalidades del Ecuador, AME, para analizar y proponer sus puntos de vista al proyecto del Código Orgánico de Organización Territorial, Autonomía y Descentralización (COOTAD) que quiere imponer Rafael Correa. El gobierno boicoteó la asamblea extraordinaria de AME y pretendió imponer a como dé lugar se apruebe su proyecto de ley centralista. Los alcaldes de Quito, Cuenca, Santa Elena, Salinas, La Libertad, Esmeraldas, Machala y otros, identificados con el gobierno de Correa simplemente no asistieron. Sin embargo, los alcaldes participantes (103) rechazaron el proyecto, por cuanto lesiona la autonomía municipal. Ese proyecto convierte a los alcaldes a ser simplemente empleados municipales del gobierno central. La orden de boicot para AME venía desde el círculo rosa. El Secretario de la Presidencia de la República Alexis Mera salió al paso incluso cuestionando la legalidad de la asamblea de AME.

En noviembre del 2009, los alcaldes se reunieron en Manta para designar su nuevo Directorio. El Alcalde de Cuenca “ganó” la Presidencia con el voto de 160 alcaldes o sus representantes que a esa fecha ya había conseguido el gobierno de Correa. ¿Actuó el hombre del maletín o la gordita horrorosa repartiendo dinero a dedo? La AME en esa asamblea perdió la autonomía de derecho público de la que gozaba. Una barbaridad.

Mientras tanto, el Alcalde de Guayaquil convocó para hoy 11 de febrero, a una gran marcha, en demanda del cumplimiento de las asignaciones que le corresponde legalmente a Guayaquil y que Correa se niega a entregar a la ciudad. También la marcha de protesta incluye la defensa de la dignidad de la ciudad de Guayaquil que sistemáticamente ha sido atacada por Correa, contra el Alcalde; contra ciudadanos prestantes de la Provincia del Guayas a quienes llama pelucones; la división de la Provincia del Guayas para formar una nueva Provincia, la de Santa Elena; el nombramiento de un gobernador de raza negra, Cuero negro, que tiene por misión ofender y oponerse a todo lo que haga o diga el Alcalde Nebot; insultos diarios en las cadenas nacionales; ofensas en las cadenas sabatinas; creación del Ministerio del Litoral estrictamente con fines políticos; etc.

Como Correa consiguió la mayoría en AME, este organización está siendo manipulada para no apoyar al Alcalde de Guayaquil en el justo reclamo de sus rentas que por ley le corresponde. Los 220 alcaldes, los 24 Prefectos Provinciales, los cientos de juntas Parroquiales, son unos cobardes, asustadizos y temerosos que se alinean con Correa y dejan de lado a los millones de ciudadanos que los eligieron con su voto. Correa tiene según encuestas serias, apenas un apoyo del 35% de la población ecuatoriana, sin embargo, esos cobardes no levantan su voz para reclamar sus rentas, y peor para luchar por la dignidad de los ecuatorianos.

No soy un simpatizante del Alcalde Nebot, pero apoyo la marcha. El reclamo de las rentas de Guayaquil son válidas, pero lo más importante, es la marcha por la dignidad de los guayaquileños ante tantos atropellos del gobierno de la mal llamada revolución ciudadana. Hoy en horas de la tarde los guayaquileños darán inicio a los primeros gritos de la dignidad, de libertad, de democracia, en contra del autoritarismo dictatorial de Rafael Correa. Se inicia una nueva era de lucha por la dignidad no solo de los guayaquileños sino de todos los ecuatorianos. La próxima semana se hará una marcha similar en Quito. Creo que en todos los rincones de la patria existen millones de ecuatorianos que están apoyando la marcha de Guayaquil, para decir basta ya Correa, no queremos el servilismo, no queremos el socialismo del siglo XXI que en tres años no ha hecho más que empobrecer al pueblo, dividir a los ecuatorianos, y actualizar un nuevo grupo de nuevos ricos del país por los altos índices de corrupción en los que están inmersos todos sus superministros y demás funcionarios.

Adelante Guayaquileños, el país entero les apoya. Si no se defiende la dignidad y libertad de los ecuatorianos, el futuro que nos espera es desalentador. Si no se lucha ahora, nuestros hijos y con muchísima razón nos reclamarán como padres que no supimos luchar por su futuro. Las ofensas de Correa irán dirigidas contra otras ciudades que se le opongan, contra otros ciudadanos honrados, mientras alcaldes y prefectos callan con cobardía, con un silencio cómplice que acabará definitivamente con la libertad de pensamiento y expresión en este país. Basta ya de tanta corrupción señor Correa. Basta ya de usar ilegalmente los recursos que nos corresponde a todos los ecuatorianos e invertirlos en cadenas nacionales infamantes, perniciosas, degradantes y mentirosas. Adelante guayaquileños, adelante ecuatorianos, la lucha por el futuro de nuestros hijos empieza.
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jueves, 28 de enero de 2010

WASHINGTON PESANTEZ, EXTORSIONISTA

En un artículo anterior que lo titulé “NATALIA EMME, RENUNCIE SEÑOR FISCAL GENERAL”, en su parte final señalaba: “Como diría mi abuelita, el señor Fiscal General del Estado no tiene sangre en la cara, no tiene sangre en su venas, por su venas circula horchata. De tener sangre y no horchata en las venas, debió haber renunciado por un mínimo principio de ética y moral”. Lamentablemente, con cinismo sin precedentes, por ser leal a Correa pretende quedarse en el cargo, pese a que 58 asambleístas le pidieron que renuncie, 1 votó en contra, 3 votaron blancos y 39 abstenciones. El iracundo y rabioso Fiscal resultó ser el peor chantajista o extorsionista, al más puro estilo del famoso Vladimiro Montesinos del Perú, cuando llama a los asambleístas, para amenazarlos con juicios penales, incluso a sus familiares. ¿Nos preguntamos si los 39 asambleístas que se abstuvieron en pedir la renuncia de Pesántez, no lo hicieron por miedo a las amenazas, o porque realmente tienen rabo de paja? Opine usted. Incluso llegó a acusar a los asambleístas de que tenían un manto de impunidad en el caso Isaías, según él:… “porque ha detectado una alianza llamada Madera de Guerrero-Filanbanco”. Bruto, ordinario, incapaz y corrupto. Dígale al pueblo ¿Por qué no inició las acciones legales que dice tener en contra de los asambleístas gobiernistas que tienen rabo de paja?

Mi abuelita decía también “piensa mal y acertarás”. Tenía razón. Pensando mal, resulta cierto que Correa recibió miles de dólares del narcotráfico para su campaña; que al inicio de su gobierno se denunció corrupción al más alto nivel, con el tema de los “patiño-videos, hasta la actual entrega ilegal e inconstitucional de contratos a dedo, sin garantías, con sobreprecios infames, entregando hasta el 70% en anticipos, etc. ¿Por qué no se han iniciado juicios a Patiño, al Presidente, a los Ministros de Estado, a los contratistas, a Fabricio Correa, a los mismos pelucones que Correa insulta todos los sábados, etc.? ¿Porqué la complicidad no sólo del Fiscal General que no inició ninguna investigación, sino de otros funcionarios públicos como el Procurador General, La Corte Nacional de Justicia, El Consejo de la Judicatura, el Contralor General, la Policía Nacional, las Fuerzas Armadas, la Marina, la Aviación, etc.?

Lo ocurrido en ésas instituciones son utilizados como cortinas de humo para distraer a los ciudadanos de escándalos mayores, de magnitud económica, en dónde se juegan los más caros intereses de la patria (contratos petroleros, contratos a dedo por declaratorias ilegales de “estado de emergencia” inventados por Correa, gastos de más de cincuenta mil millones de dólares que no sabemos en qué se gastaron, etc., actos y escándalos cometidos por funcionarios del gobierno de la revolución ciudadana, es decir por Correa y los nuevos ricos del país, que pretenden tapar una serie de acuerdos privados (LEASE CORRUPCION), entre el gobierno y ciudadanos comunes.

En unos y otros casos, el Fiscal General es sordo, ciego y mudo. Aunque no tan mudo, porque ataca, ofende, insulta y grita cuál eco del bravucón presidente. Dicho en otras palabras, SE HACE EL HONESTO. El Fiscal General, de oficio o a petición de parte, debe dirigir la investigación preprocesal y procesal penal, con atención especial al interés público y a los derechos de las víctimas. Así le ordena la Constitución de la República del Ecuador. Pero para él es letra muerta. El Fiscal General recibe órdenes directas de Rafael Correa y punto.

Sólo para refrescar la memoria, recordemos que desde el mes de mayo del 2009, el Fiscal General, el Procurador General, el Consejo de la Judicatura y la Policía Nacional, no han hecho otra cosa sino ofender, atacar, denigrar, a los jueces y magistrados de la hoy llamada Corte Nacional de Justicia. Es decir, públicamente se lanzaban bombas de humo, pero no se iniciaron procesos en contra de los acusados. Han pasado más de ocho meses, y no existe ningún informe. Sin embargo, Pesántez demandó del Congresillo y el Ejecutivo, una urgente reorganización de esta Función del Estado. Piensa mal: el gobierno quiere tener totalmente este último poder del estado y punto.

El Fiscal puso en tela de duda la honradez de los jueces y añadió que si tuvieran algo de vergüenza, estos señores deberían irse a sus casas. Me pregunto: ¿Y usted señor Fiscal tiene algo de vergüenza por lo que ha hecho o dejado de hacer, o es que tiene horchata en sus venas? ¿Por qué no renuncia a su cargo, no solo por el caso de Natalia Emme, sino por todos los casos que se han denunciado en el país y que usted no ha hecho absolutamente nada para investigar y peor sancionar a los culpables? ¿No será usted parte del sicariato político, o se debe incondicionalmente y lealmente al círculo rosa que hace y deshace este pobre país? ¿Por qué se está incrementando la delincuencia señor Fiscal, acaso no será por las reformas que usted y el gobierno de Correa lo impulsó y los alza manos de la Asamblea Nacional lo aprobó, para crear el caos en el país? ¿Acaso usted y Correa no dejaron libres a cientos de mulas del narcotráfico por una obligación o compromiso con las FARC? Despierten ecuatorianos.

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