viernes, 16 de abril de 2010

PROBIDAD NOTORIA DE PESANTEZ

El probable “juicio político” al Fiscal Pesántez, convertido en el mayor escándalo político jurídico de los últimos años, nos dejará incógnitas que acaso no lleguen a revelarse jamás. De todo cuanto hemos visto y oído, no nos queda sino un sabor amargo de impotencia que a la fuerza nos impone el gobierno de Rafael Correa. Podrían sumar miles de páginas en informes, en denuncias, en acusaciones, en defensa llenas de insultos por partidarios de Correa y del fiscal, artículos de la prensa libre y de las del gobierno, etc., pero que al final todo quedará en nada, será un cuento chino. Vendrán las protestas, los odios, los rencores, los resentimientos, las críticas, etc., pero lo más terrible, quedamos los ecuatorianos sumidos en la más grande corrupción de los últimos treinta años, cuando vemos asombrados que la corrupción está enquistada al más alto nivel de las instancias jurídicas políticas. El PODER adquirido por el Presidente Rafael Correa, gracias a que tontos útiles le sirven simplemente de alfombras, quedará marcado en la historia de la patria como una de las páginas más infamantes y deshonrosas de un gobierno corrupto. Asambleístas, políticos de oposición, periodistas, ciudadanos que no estamos de acuerdo con el gobierno de Correa iremos a las cárceles, y los criminales, los corruptos, los ladrones, los narcotraficantes, etc. nos dejarán sus celdas para la infamia del gobierno corrupto.

Recordemos que el Presidente Correa, varios Ministros de Estado, el Presidente de la Asamblea Nacional, asambleístas de AP, asambleístas de otros partidos que esperan sacar jugosos resultados por no aprobar un juicio político contra el fiscal Pesántez, han convertido a mi patria en un circo gigantesco en dónde solo se divierten los nuevos dueños del país. Por culpa de un mal funcionario a quien en principio la Asamblea Nacional le pidió la renuncia, el país está en vilo; cada día se divide más; la popularidad de Correa baja, pero que importa si tiene el poder ¿verdad? La tozudez y prepotencia de Correa y Pesántez (por algo muy grande será ¿Verdad?) hace que los ecuatorianos miremos impávidos y atónitos, el manejo político de la corrupción, que hace que la política de la partidocracia anterior quede en pañales, comparando a la mala práctica política de la revolución ciudadana. Correa pretende tener un fiscal obediente; que no investigue los delitos que cometen día a día los funcionarios de la revolución ciudadana. El corcho Cordero, Presidente de la Asamblea Nacional afirmó que no existen causales para el enjuiciamiento al fiscal, y por ello se apresta a corchar, tapar, y cubrir los pecados de Pesántez, porque con ello corcha, tapa y encubre la corrupción del socialismo del siglo XXI.

La Fiscalía General del Estado es un órgano autónomo del Poder Ejecutivo. Tiene autonomía administrativa propia, pero tal como están las cosas, vemos que perdió su autonomía, su función independiente, desde que el Fiscal únicamente se dedicó a investigar a los ecuatorianos que tarde o temprano se convertirían en sus enemigos políticos y tapar las irregularidades de corrupción denunciados por valientes ecuatorianos. Pesántez obtiene un poder incalculable al más puro estilo del inolvidable Vladimiro Montesinos del gobierno peruano de Fujimori. El Fiscal General perdió toda credibilidad ante el pueblo, perdió su objetividad en el alto cargo que desempeña, y de ahí su falta de probidad notoria de la que ahora le acusan 33 asambleístas que pidieron el juico político. La probidad no es una dádiva de Correa, se la gana sirviendo con decencia, con honestidad, con objetividad. El fiscal la perdió.

La PROBIDAD señor Correa y señor Pesántez significa simplemente HONRADEZ.
LA FALTA DE PROBIDAD es el defecto en el obrar en contra de su obligación; es la acción u omisión perjudicial en que se incurre por ignorancia, impericia, negligencia, mala fe, por la acción u omisión voluntaria al no defender los intereses del Estado sino del gobierno de turno. Es la falta de moral, de ética, al anteponer los intereses personales políticos contra los intereses generales de las personas, de los ciudadanos ecuatorianos. La honradez señor Correa y señor Pesántez, es la rectitud de ánimo, la integridad en el obrar, en la rectitud de comportamiento, en la integridad, en ser transparentes y sinceros, en hablar y decir la verdad. La dignidad de la función de fiscal exige probidad notoria, lealtad y veracidad pero no hacia Correa, sino a la función misma que es defender los intereses de los ecuatorianos. Lamentablemente la actuación del Fiscal Pesántez deja mucho que desear y está muy alejado de los principios legales y éticos que antes indico, porque no ha intervenido en defensa de los derechos e intereses del pueblo ecuatoriano, sino en defensa de intereses políticos personalísimos del mismo fiscal Pesántez y particularmente del Presidente Correa.

El pretendido juicio político será archivado, será corchado, será tapiñado. Los intereses mezquinos y fraudulentos del Socialismo del Siglo XXI serán los ganadores de este espectáculo circense, porque no habrá juicio político. No habrá destitución.
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