miércoles, 29 de octubre de 2014

MINISTERIO DE LA FELICIDAD

El señor Presidente de la República del Ecuador creó un Ministerio de la Felicidad o del Buen Vivir, nombrando en ese cargo a un periodista que fue gracioso y agradable en su tiempo. El nuevo Ministro hizo reír a los ecuatorianos al principio, ordenando a sus funcionarios a realizar ejercicios físicos en los parques de la ciudad de Quito (en horas laborables para mayor seña), por lo del buen vivir. Como la risa transporta a la felicidad extrema, no faltan los funcionarios de gobierno que fantasean como hacernos reír y de verdad que antes nadie reía, nadie en Ecuador era feliz. Ahora, con el asunto del Buen Vivir y la risa, que es lo mejor que ha logrado el Presidente Correa en siete años de gobierno. Los ecuatorianos vivimos de maravilla, vivimos en el país de las maravillas, ya no existen pobres, ya no existen vendedores de caramelos, ya no existen mendigos. De acuerdo a la Institución del INEC, el 95% de los ecuatorianos tiene un “trabajo digno”. Como vivimos en el país de las maravillas y el Presi no quiere que seamos infelices otra vez, creó el famoso Ministerio de la Risa o de la Felicidad, con más de 30 funcionarios, con secretarias, choferes, etc. Pero están perdiendo el tiempo porque los ecuatorianos y las ecuatorianas (¿ o primero las ecuatorianas y los ecuatorianos?) somos ya felices, muy felices, con todo lo que Correa hace a deja de hacer, así:

Son 387 “enlaces ciudadanos” que Correa nos da todas las semanas, como los romanos daban circo a sus ciudadanos en coliseos construidos para eso. Acá los ecuatorianos estamos pendientes del show más grande y talentoso que se ha producido en América. Nos preparamos con anticipación para no perdernos el show que se pasa en “cadenas de radio y televisión”. Hay que prepararse para el show y nuestras queridas esposas y madres, haciendo milagros, deben preparar una comida chatarra por más barata. Empieza el show, vienen los insultos a todos los que no piensan como nuestro idolatrado Presidente. No se salva nadie, “prensa corrupta”, “pelucones”... (Aplausos de los Ministros, Viceministros y funcionarios obligados a asistir). Ordena a Ministros y jueces la persecución política “en vivo y en directo”: a esos majaderos hay que meterlos en la cárcel. Sigue: “cobardes; periodista pornográfico; vieja pelucona; aniñada y divorciada de dudosa moral; viuda llorona; incapaz; gordita horrorosa; machito y mujeriego; viejo decrépito; madre de Calcuta; payaso completo; retrógrado; adefesioso y mafioso; mafioso y mentiroso; terrorista; inepto; fuera de aquí; mafioso…”. (Los aplausos de sus invitados obligados son delirantes).  El pueblo feliz ni se diga, se ha preparado para cagarse de la risa. Se ha insertado en el buen vivir. Viva el Presidente.
Si. Nos reímos a carcajadas, porque nos creen pendejos con el cuento de que los medios de comunicación expropiados a un centenar de empresarios los va a vender y rematar. Y la risa sigue porque han pasado cinco años y nada. Es que no paramos de reír los  ecuatorianos, porque ahora el Presidente dice que gravará con impuestos a la “comida chatarra”,  pero como nos reímos tanto con ese chiste, luego dijo que solo gravará a la cadena Mac Donald y Burgen King de los gringos. No a nuestras empanadas, sancochos, fritadas, caldo de manguera, no que va. Ahí ya no moriremos de risa sino de hambre.

Y no paramos de reír, porque ha sido esto de reírse muy contagioso, a tal punto que Maduro en Venezuela anunció la creación de un Vice-ministerio para la Suprema Felicidad Social del pueblo, con pajaritos en su oreja y todo.

Y seguimos riendo tanto, que somos incapaces de reclamar al señor Presidente por las pensiones de miseria que nos dan a los ancianos, cuando recibimos pensiones que no llegan a los doscientos dólares americanos, cuando la canasta familiar sobrepasa los seiscientos dólares. Es que los ecuatorianos hemos aprendido a reírnos en las largas filas de las consultas médica de los hospitales, en los turnos que no llegan o esperando meses por turnos y medicinas. Los padres de familia ya no lloran ni reclaman porque sus hijos no tienen cupos para ir a las escuelas, los colegios y peor las universidades, porque no dejan de reír. No tienen tiempo de pensar, les da miedo dejar de reír. No quieren pensar. Dejan pasar.

Los padres de los valientes muchachos que salieron a protestar en el fatídico SEPTIEMBRE NEGRO, hasta se arrodillan de la risa, pero  el señor Presidente no se inmuta y ordena cárcel, cárcel de verdad para los valientes ecuatorianos que protestan por días mejores y no se ríen, pese a que en este país todo es de risa.

Y la risa es más notoria entre los ecuatorianos cuando vemos que los nuevos ricos de País ya no piensan, sino obedecen a ciegas o se van del cargo y de la corrupción. Como no nos vamos a reír señor Presidente, si un ciudadano toma una foto al medio hermano de sus primos, al señor Fiscal General del Estado Galo Chiriboga, distinguido y honrado hombre público, y por el solo hecho de sacarle una foto con el celular, lo toman preso y le inician un juicio penal por  “violación a la intimidad”. Es que dan ganas de seguir riendo a carcajadas, porque el señor Presidente hizo público su respaldo a Chiriboga, antes de que gane “el concurso” diciendo que ganó el concurso por los ochos costados. Galo Chiriboga nos debe explicación de muchas cosas,  por ejemplo: ¿Cómo adquirió la empresa Madrigal Finance Corp en un paraíso fiscal, por diez mil dólares, para al mes siguiente hacerse dueño de una casa con piscina cubierta, jardines, etc. por tan solo 2.762 dólares americanos, CUANDO LA CASA VALE MAS DE UN MILLON Y MEDIO DE DOLARES?. Sus dueños los cónyuges alemanes Chladek-Haidinger aseguraron que Chiriboga se adueñó de todo a base de engaños. ¿Explicará su enriquecimiento ilícito? ¿Y qué del supuesto perjuicio al Estado por más de 500 millones de dólares, en el caso Palo Azul? ¿Y qué de la entrega de documentos públicos falsos para obtener más puntos  en el concurso a Fiscal General, pese a que ya estaba designado por su pariente Rafaelito, antes de que se califique el famoso concurso?

Y la risa continua, cuando el pleno de la Asamblea Nacional,  con su mayoría de alza manos resuelve despreciar, repudiar, desconocer a la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que pidió al Gobierno del Ecuador que se cumpla con las resoluciones en la que Ecuador tomó parte y que elimine la Ley de Comunicación, que tanta felicidad nos da a los ecuatorianos. Todos iremos a protestar altivamente en las calles en contra de la SIP, pues sin la Ley, ya no  tendremos el Buen Vivir y por lo mismo ya no podremos reír.

Y para colmo, se mete en nuestras vidas la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, CIDH, recogiendo las denuncias calumniosas de los que no son felices. Acabe con ellos Presidente como lo ha hecho con todas las instituciones del Estado ecuatoriano; con todas las organizaciones sociales, colegios de profesionales, etc., que no saben reír sino solo hacer oposición y hacernos la vida desgraciada.

Háganos reír más señor Presidente ordenando a sus alza manos que voten en la Asamblea por su reelección indefinida para que usted siga en el gobierno hasta que sea un viejito inservible y así los ecuatorianos también seremos felices toda nuestras vidas. Solo a usted le ocurren opiniones brillantes que recoge la prensa no comercial y comercial, como eso de  “que su colega brasileña Dilma Rousseff, en las elecciones del pasado Domingo, debería haber ganado por diez a uno, pero tuvo que luchar contra los poderes fácticos”. Pero si es que da risa, que cague de risa, qué carcajadas, porque allá sufren, son sufridores. Allá no se ríen porque no hay alza manos, no hay fraude electoral. Allá hay democracia, hay división de poderes del Estado y no como acá, el Presidente es el dueño de todos los poderes, del poder mismo, es el dictador, nueva versión disfrazada de los sociolistos del siglo XXI. Don Freddy debería ser contratado por la Presidenta electa de Brasil, así a lo mejor los brasileños empiezan a reír, y don Freddy será su Salvador.

Digan ustedes si es no de risa, cuando los defendidos de Correa, los ladrones, mafias organizadas, guerrilleros y ex guerrilleros, etc., están felices en el entorno presidencial, y, los manifestantes del mes de Septiembre en la cárcel por no ser felices. Que tal. Y los ecuatorianos cangándonos de  la risa. Nos reímos a carcajadas diez veces al mes como mínimo, porque las bandas organizadas asaltan un promedio de diez agencias bancarias cada mes, agencias bancarias de los banqueros corruptos. Los asaltos a personas pobres y ricas es de todos los días en todas las ciudades. La inseguridad de los ciudadanos es para risa. La alevosía de los favorecidos por las leyes del dictador nos causa mucha risa, es el buen vivir. La Patria ya es de todos y el cague de risa también. ¿Seguiremos con risas y carcajadas? Por hoy voy a descansar. Hasta pronto.