miércoles, 22 de diciembre de 2010

TERRORISMO DE ESTADO

Recuerdo con nostalgia pocos años atrás. El Ecuador era una “isla de paz” dentro del contexto mundial. Mientras sus vecinos de Latinoamérica tenían graves problemas con las Farc en Colombia, Tupamaros en Uruguay, Sendero Luminoso en Perú, Montoneras en Argentina, etc., los ecuatorianos vivíamos en un edén de paz, de tranquilidad, excepto por alguna fantasía del grupo subversivo guerrillero AVC (Alfaro Vive Carajo). Habíamos dejado atrás las dictaduras que en nada cambiaron al país. Con todas las fallas que tenía la democracia hasta antes de llegar Correa, los ecuatorianos teníamos trabajo, paz, seguridad jurídica, seguridad en las calles, dignidad, libertad de prensa, de opinión, etc. Los gobiernos corruptos de Abdalá Bucaram y Lucio Gutiérrez, hicieron que los ecuatorianos salgamos a las calles en marchas de protestas, hasta que la sociedad civil pudo mandarlos a sus casas. No hubo muertos.

El pueblo quería simplemente un cambio, quería gente nueva; estaba cansado de los viejos partidos políticos y sus dirigentes. Así fue como que el ilustre desconocido Rafael Correa Delgado, ayudado por los que él llama “prensa corrupta”, con la ayuda económica de las FARC, con la ayuda del Estado venezolano, pudo llegar en segunda vuelta electoral a la Presidencia de la República. Obviamente que ocultó al pueblo sus intenciones de aplicar el socialismo del Siglo XXI de Hugo Chávez, porque hubiera perdido las elecciones. Ganada las elecciones, debía tomar posesión de su cargo en el Congreso Nacional. Por disposición de la Constitución, debía…“jurar y respetar la Constitución y leyes de la República del Ecuador”, pero ante la incredulidad de pocos ecuatorianos, no tomó el juramento al que estaba obligado, convirtiéndose así en el Primer Violador Constitucional, apenas a los pocos minutos de colocarse la banda presidencial. En ese momento, en ese instante me di cuenta que Rafael Correa traería desgracia a los ecuatorianos; que perderíamos la paz y tranquilidad; que mientras dure su gobierno la desocupación laboral llegará a límites alarmantes; no tendremos trabajo millones de compatriotas; que treparía en forma alarmante la burocracia y el crimen organizado; que iríamos a un despeñadero hasta tocar fondo. Desgraciadamente no me equivoqué. Los ecuatorianos y el mundo vemos embobados como Correa genera decenas de noticias todos los días, pero noticias que nos sacuden y nos desorientan.

Hemos visto con mucha preocupación como personas a las que creíamos honorables e inteligentes, profesionales, pelucones, se subieron al barco de Correa para poder repartirse mejor la torta. Son los nuevos ricos del país, los nuevos corruptos que quieren llenarse los bolsillos. Empezó la debacle. Correa destruyó la institucionalidad del país. La dejó en soletas, y desde hace cuatro años no da pie con bola, todavía no aprende a gobernar y los miles de millones de dólares (sesenta mil millones de dólares) del Estado han desaparecido porque no se lo ve en obras ni en proyectos, y lo que es peor no le importa la vida, la paz y la seguridad de los ecuatorianos. En cuatro años de gobierno, ha enviado a las fuerzas de choque, policías y militares contra el pueblo que reclama obras y derechos. Ha ordenado mano dura, bombas lacrimógenas y bala. Después del 30 de septiembre tiene a su haber más de diez muertos, más de 270 heridos, decenas de presos acusados de terrorismo, por el solo hecho de reclamar sus derechos. Mientras tanto el crimen organizado está de plácemes, armado hasta los dientes, mientras Correa desarmó al pueblo, y ahora no tiene ninguna arma para defender a su familia. Que tal. Veamos unos pocos titulares de prensa del país, escogidos al azar pero que reflejan una verdad del gobierno de Correa, así:

- Ocho Universitarios a juicio por presunta agresión terrorista

- Fiscal acusa del delito de terrorismo a 11 indígenas shuar

- Un dirigente universitario fue hallado culpable de terrorismo

- Periodista está prófugo por “acto terrorista” contra el Presidente Correa

- Policías acusados de terroristas e intento de matar al presidente

- Comité de Guardianes del Régimen para defender la política del gobierno

- Comités de Defensa de la Revolución (CDR)

- Jalkh afirma que se debe reforzar la lucha contra el crimen organizado

- Correa: Quienes retuvieron a un oficial de policía mientras protestaban por la Ley Minera en el sur del país, serán acusados de secuestro e intento de asesinato

- Dos hombres fueron asesinados con armas de fuego

- Justicia acosada: Estamos viviendo momentos de totalitarismo concentrado en manos del Ejecutivo

- Ministro de Seguridad Miguel Carvajal: los índices delictivos se mantienen altos

- Doris Solís: (el 30s) No comuniqué bien el mensaje

- Régimen dice tener pruebas contra César Carrión

La lista es interminable. Imagínense 1440 días de desgobierno y varias noticias al día.

Mientras tanto, en la ciudad de Guayaquil los vendedores informales se han convertido en fuerza de choque del gobierno correísta contra el Alcalde de esa Ciudad. Los informales en varias ocasiones se han tomado las calles públicas, cierran las vías al tráfico vehicular, queman llantas, etc., todo con el respaldo y aprobación de Rafael Correa, quien envía a la policía nacional “para que defienda a los informales” de la policía municipal que pretende hacer cumplir la ordenanza de ocupación de vías, y por ende del bienestar de los guayaquileños. ¿Correa odia a los guayaquileños o al Alcalde Nebot?

Es clara la intención del gobierno de Correa. A todos sus opositores políticos que reclaman en las calles o que cierran vías, los acusa de terroristas; el fiscal pide la prisión de los “terroristas” y los jueces corruptos serviles del de turno, aceptan ordenar la prisión de los manifestantes o reclamantes, sin que exista prueba alguna de terrorismo; el de turno ordena que millares de policías y del ejército ecuatoriano, armados como para ir a una guerra, despejen las vías y agredan a mansalva a los terroristas. Que caretuco. Ha perdido la vergüenza si es que alguna vez la tuvo.

Es fácil entender que el gobierno no quiere oposición. No quiere una prensa libre. No quiere que exista libertad de expresión. Por ello ha recurrido a la más innoble y ruin de las armas políticas, acusando no a sus opositores políticos, sino al pueblo que reclama obras, como terroristas, implementando para ello, UN TERRORISMO DE ESTADO. Si señores, un terrorismo de estado en donde se pretende dominar al pueblo mediante el terror, el temor, la inseguridad, el miedo. Eso lo vemos en el día a día, por una serie de actos de violencia ejecutados por el gobierno para infundir terror. Amenazas de clausura y sanciones a televisoras no gubernamentales; cadenas nacionales a toda hora y para engañar al pueblo; defensa gratuita a los ladrones, criminales y narcotraficantes. El otrora Ecuador considerado una isla de paz, ahora es el refugio de asesinos y maleantes de la peor calaña que ingresan libremente, sin visas, sin pasaporte, sin pasado judicial. Todo al parecer patrocinado por el gobierno, para causar terror, pánico, sobresalto, alarma social, miedo. Se repite lo de Cuba y Venezuela.

Estas bandas bien organizadas actúan a vista y complacencia de Correa. La policía nacional se ve imposibilitada de desarmar tales bandas, porque Correa simplemente anuló la inteligencia policial y militar. Con ello, Correa ha conseguido crear una alarma social gigantesca en el país. Hay muertes diarias, secuestros diarios, ataques alevosos a periodistas, mal trato a periodistas de los medios de comunicación del gobierno, clausura de establecimientos de supuestos opositores o enemigos de Correa, incautación ilegal de bienes muebles, asaltos bancarios, asaltos con heridas y muerte en las calles, etc., todo ello para mantener su ego y fines políticos completamente irresponsables y equivocados.

Correa pretende ser un líder no sólo en el Ecuador sino en Latinoamérica y para ello, todo vale. Sus grupos policiales, el ejército, o a lo mejor unidades secretas o irregulares provenientes de otros países amigos del régimen, ingresan en casas particulares en busca de documentos que comprometen al gobierno corrupto; asalto con armas al ex comandante de las Fuerza Aérea Ecuatoriana que ahora se debate entre la vida y la muerte, por el único delito de haber denunciado públicamente la compra no conveniente de helicópteros a la India, y que los aviones regalados por el gobierno de Chávez eran chatarras, más viejos que Fidel Castro; toma armada de las instalaciones de la Revista Vanguardia; incautación ilegal de sus computadoras, etc. Es decir, las actuaciones del gobierno de la cacareada revolución ciudadana, no ha hecho sino alterar la paz pública. Para mantener su popularidad que caía en picada, se inventaron un intento de golpe de estado confabulado por policías de esquina, por policías de tránsito o de policías que cuidan las residencias de los nuevos ricos y famosos funcionarios públicos, en perjuicio de los miles de ecuatorianos que exigimos que la policía esté en las calles defendiendo a los ecuatorianos y no guardando la seguridad de los saqueadores de mi patria.

A Correa parece le ha gustado gobernar al puro estilo de Hitler, Chávez, Ortega, o le gustó la lectura del libro de Maquiavelo, El Príncipe en el que decía “es más seguro ser temido que amado”. Con ello, hambre y miseria al pueblo; gases y bala a los manifestantes. Ordenes de captura para la oposición “terrorista”. La revolución ciudadana es el TERRORISMO DE ESTADO.

Estos regímenes de terror se caracterizan por tener un monopolio de los medios de comunicación (Correa tiene más del 51% de medios) con lo que pretenden lavar la mente de los ciudadanos. No les interesa la vida y seguridad de sus compatriotas. Quieren más poder y poder, pero estos tiranos opresores siempre han sido destruidos.

Es hora señor Correa de pensar en el hambre del pueblo y buscar soluciones inteligentes y no políticas. Han pasado cuatro años de su revolución ciudadana, y el único cambio que vemos es el haber incrementado en miles de miles de burócratas obedientes, corruptos y que al igual que usted no saben manejar la cosa pública. El único cambio notorio es el de letreros de las instituciones públicas, con nuevos nombres pomposos copiados de Venezuela. Es hora de buscar consensos, de dejar el odio que ya ha causado un daño del que no podremos recuperarnos en décadas. Debe ordenar que los extranjeros lleguen al país con visa de permanencia legal, como cualquier turista del mundo. Eso de las fronteras abiertas, no es sino coadyuvar al ingreso de más criminales.

patriciod.blogspot.com