jueves, 22 de abril de 2010

PICO Y PLACA

Meses atrás, el Alcalde de Quito viene hablando de su famoso “proyecto” llamado PICO Y PLACA, con el que pretende regular la circulación vehicular, dictando para el efecto la Ordenanza 305. Esta Ordenanza no dice nada de cómo se va a implementar esta medida de tránsito, pero si dice que pretende optimizar la circulación vehicular y agilitar la fluidez del tráfico. Sin embargo, conocemos por declaraciones del Alcalde y algunos concejales, que la medida empezará el próximo 3 de mayo del 2010; que sacará de circulación del centro de Quito, al 20% del parque automotor calculado en 400.000 vehículos, lo que equivale a decir que se quedarán en casa 80.000 mil vehículos cada día; que para este control se tendrá en cuenta el número de la placa; que la disposición se aplica sólo en las horas pico de la mañana y tarde; que a los que incumplan la medida, se les aplicará una multa. Sencillo ¿verdad? Aplausos al bla bla bla.

Lo que no dice el Alcalde, sus agenciosos concejales y funcionarios, es que no existe un estudio técnico y responsable de la gravísima carga que se quiere imponer a los miles de miles de ciudadanos que diariamente prestan su fuerza de trabajo en Quito, no sólo a los que tienen que dejar su vehículo, sino al 70% de quiteños que diariamente se transportan en diferentes medios a sus lugares de trabajo; lo que no se dice es el costo en dólares que los quiteños perderán por una regulación vehicular inconsulta y tomada al apuro. No se dice cómo se va a implementar el transporte de 80.000 ciudadanos conductores de vehículos que quedan guardados en casa, a los que se deben sumar los familiares y amigos que ese vehículo transportaba. Veo con preocupación que el Alcalde y el Concejo Cantonal están engañando a los quiteños, porque desde el 3 de mayo tendremos un tsunami que arrasará de un solo golpe a la economía de los quiteños. Vemos que no se han tomado alternativas serias, como implementar el número de unidades o buses para el transporte de 80.000 ciudadanos al día, que deberán salir desde el Norte, el Sur, desde los valles, hacia el centro de Quito. Se miente al decir que se ha previsto que ingresarán 116 nuevas unidades de transporte, pero ni el municipio ni los transportistas disponen de tantas unidades. Los transportistas no van a invertir 100.000 dólares por cada unidad para trabajar sólo en horas pico; los transportistas que quieran comprar un bus, no tendrán “autorización” de los dueños de las empresas existentes para que ingresen a hacerles competencia. Las supuestas plataformas o playas de estacionamiento que dicen estarán listas para esa fecha, no llegarán a recibir ni 5.000 vehículos, peor los 80.000 vehículos obligados a parar. La medida es simplemente un abuso de autoridad, es la falta de conocimiento, de planificación. Es despotismo y copia del Jefe. La medida es inconstitucional porque perjudica nuestros derechos.

A quienes tenemos la necesidad de transportarnos en los buses municipales, o en los buses de las diferentes empresas de transporte, nos consta que nos llevan como animales y no como personas, no sólo en las horas pico, sino a cualquier hora. Sólo pensemos que con 80.000 personas más al día, el sistema colapsará. La regularización vehicular está llamada al fracaso, como todo lo que toca el gobierno de la revolución ciudadana que fomenta la corrupción y la inseguridad ciudadana.

Luego del fracaso que se anuncia a un costo de 3.5 millones de dólares, los quiteños tendremos que entregar al Alcalde UN PICO Y PALA para que tape los baches y hoyos existentes en todas las vías del Distrito Metropolitano, y, luego PAGAR POR UNA PLACA muy grande y muy vistosa, para que sea colocada en el Parque de la Independencia, para que los quiteños pendejos que ya no tenemos libertades y garantías plenas, se arrepientan de haber votado por la misma cosa, Correa y Barrera bla bla bla.

patriciod.blogspopt.com denunciamos en ecuador.com

viernes, 16 de abril de 2010

PROBIDAD NOTORIA DE PESANTEZ

El probable “juicio político” al Fiscal Pesántez, convertido en el mayor escándalo político jurídico de los últimos años, nos dejará incógnitas que acaso no lleguen a revelarse jamás. De todo cuanto hemos visto y oído, no nos queda sino un sabor amargo de impotencia que a la fuerza nos impone el gobierno de Rafael Correa. Podrían sumar miles de páginas en informes, en denuncias, en acusaciones, en defensa llenas de insultos por partidarios de Correa y del fiscal, artículos de la prensa libre y de las del gobierno, etc., pero que al final todo quedará en nada, será un cuento chino. Vendrán las protestas, los odios, los rencores, los resentimientos, las críticas, etc., pero lo más terrible, quedamos los ecuatorianos sumidos en la más grande corrupción de los últimos treinta años, cuando vemos asombrados que la corrupción está enquistada al más alto nivel de las instancias jurídicas políticas. El PODER adquirido por el Presidente Rafael Correa, gracias a que tontos útiles le sirven simplemente de alfombras, quedará marcado en la historia de la patria como una de las páginas más infamantes y deshonrosas de un gobierno corrupto. Asambleístas, políticos de oposición, periodistas, ciudadanos que no estamos de acuerdo con el gobierno de Correa iremos a las cárceles, y los criminales, los corruptos, los ladrones, los narcotraficantes, etc. nos dejarán sus celdas para la infamia del gobierno corrupto.

Recordemos que el Presidente Correa, varios Ministros de Estado, el Presidente de la Asamblea Nacional, asambleístas de AP, asambleístas de otros partidos que esperan sacar jugosos resultados por no aprobar un juicio político contra el fiscal Pesántez, han convertido a mi patria en un circo gigantesco en dónde solo se divierten los nuevos dueños del país. Por culpa de un mal funcionario a quien en principio la Asamblea Nacional le pidió la renuncia, el país está en vilo; cada día se divide más; la popularidad de Correa baja, pero que importa si tiene el poder ¿verdad? La tozudez y prepotencia de Correa y Pesántez (por algo muy grande será ¿Verdad?) hace que los ecuatorianos miremos impávidos y atónitos, el manejo político de la corrupción, que hace que la política de la partidocracia anterior quede en pañales, comparando a la mala práctica política de la revolución ciudadana. Correa pretende tener un fiscal obediente; que no investigue los delitos que cometen día a día los funcionarios de la revolución ciudadana. El corcho Cordero, Presidente de la Asamblea Nacional afirmó que no existen causales para el enjuiciamiento al fiscal, y por ello se apresta a corchar, tapar, y cubrir los pecados de Pesántez, porque con ello corcha, tapa y encubre la corrupción del socialismo del siglo XXI.

La Fiscalía General del Estado es un órgano autónomo del Poder Ejecutivo. Tiene autonomía administrativa propia, pero tal como están las cosas, vemos que perdió su autonomía, su función independiente, desde que el Fiscal únicamente se dedicó a investigar a los ecuatorianos que tarde o temprano se convertirían en sus enemigos políticos y tapar las irregularidades de corrupción denunciados por valientes ecuatorianos. Pesántez obtiene un poder incalculable al más puro estilo del inolvidable Vladimiro Montesinos del gobierno peruano de Fujimori. El Fiscal General perdió toda credibilidad ante el pueblo, perdió su objetividad en el alto cargo que desempeña, y de ahí su falta de probidad notoria de la que ahora le acusan 33 asambleístas que pidieron el juico político. La probidad no es una dádiva de Correa, se la gana sirviendo con decencia, con honestidad, con objetividad. El fiscal la perdió.

La PROBIDAD señor Correa y señor Pesántez significa simplemente HONRADEZ.
LA FALTA DE PROBIDAD es el defecto en el obrar en contra de su obligación; es la acción u omisión perjudicial en que se incurre por ignorancia, impericia, negligencia, mala fe, por la acción u omisión voluntaria al no defender los intereses del Estado sino del gobierno de turno. Es la falta de moral, de ética, al anteponer los intereses personales políticos contra los intereses generales de las personas, de los ciudadanos ecuatorianos. La honradez señor Correa y señor Pesántez, es la rectitud de ánimo, la integridad en el obrar, en la rectitud de comportamiento, en la integridad, en ser transparentes y sinceros, en hablar y decir la verdad. La dignidad de la función de fiscal exige probidad notoria, lealtad y veracidad pero no hacia Correa, sino a la función misma que es defender los intereses de los ecuatorianos. Lamentablemente la actuación del Fiscal Pesántez deja mucho que desear y está muy alejado de los principios legales y éticos que antes indico, porque no ha intervenido en defensa de los derechos e intereses del pueblo ecuatoriano, sino en defensa de intereses políticos personalísimos del mismo fiscal Pesántez y particularmente del Presidente Correa.

El pretendido juicio político será archivado, será corchado, será tapiñado. Los intereses mezquinos y fraudulentos del Socialismo del Siglo XXI serán los ganadores de este espectáculo circense, porque no habrá juicio político. No habrá destitución.
patriciod.blogspot.com denunciamos en ecuador.com