domingo, 10 de octubre de 2010

CACERIA DE BRUJAS

Han pasado diez días del lamentable acontecimiento vergonzoso que quedará en la memoria de los ecuatorianos. La factura pasada a los ecuatorianos por el Presidente Correa son diez muertos y más de 280 heridos. Correa debería cargar en su conciencia los muertos y heridos, pero quienes seguimos de cerca sus pasos, sabemos que vivirá en paz consigo mismo y sus gobiernistas, buscando nuevas aventuras para mantener “su popularidad” a costa del hambre, miseria y falta de trabajo para sus gobernados. Lo único de positivo que avizoramos, que advertimos, es que los ecuatorianos estamos preparados y dispuestos a luchar por la libertad de expresión, la libertad de prensa. Si Correa insiste en arrebatarnos nuestras libertades, correrán ríos de sangre, porque sabremos defenderla con nuestras vidas.

No está por demás indicar que lo peor que le pasó a los ecuatorianos el 30 de septiembre, es la confirmación de que nuestra patria ha sido dividida a extremos insospechados por obra y gracia de un mandatario autoritario que desde el inicio de su gobierno no ha hecho más que romper con toda la institucionalidad del Estado. Tenemos una dictadura disfrazada de socialismo del siglo XXI, pero la Democracia que reclama el mismo Correa y sus amigos Chávez, Morales, Ortega, el ALBA, la OEA, la UE, etc., ya la perdimos desde hace rato, y aquéllos que señalo antes, jamás han dicho que Ecuador, un país eminentemente pacífico y democrático tienen un dictador, un opresor, un totalitario, un mandón, un absolutista. Ciegos, sordos y mudos aquéllos que desconocen la verdad de los hechos.

El auto secuestro del Presidente queda confirmado. La cacería de brujas que habíamos enunciado está a la orden del día. Secuestro real a policías insurrectos para llevarlos a declarar en la Fiscalía, sin acatar el debido proceso, violando sus garantías constitucionales, aunque se hayan rebelado contra sus superiores. Órdenes de prisión para un proceso investigativo, con el que pretende castigar a los policías y atemorizarnos a los ciudadanos, a los civiles. Un Fiscal General amigo íntimo de Correa que ordena a todos los fiscales de la patria para que emprendan una verdadera caza de brujas. Quieren resultados. Quieren presos. Quieren culpables. Quieren demostrar ante el país y el mundo que hubo intento de golpe de estado.

Son las mismas autoridades que no se ponen de acuerdo si hubo rebelión, motín, conspiración, plagio, tentativa de homicidio, subordinación, o si hubo secuestro o no al Presidente. Lo que vimos en los medios televisivos no pertenecientes al Gobierno, vimos a un Correa derrotado, llorón, solitario, que presuroso salía del cuartel policial para refugiarse en el Hospital de la Policía. Allí no vimos un secuestro. No vimos que ninguna persona, peor un policía haya retenido indebidamente al Presidente y lo haya llevado de rehén hasta el hospital policial.

Lo que se vio desde las 07h30 del 30 de septiembre, fue un centenar de policías que no habían ido a sus puestos de trabajo, y poco a poco iban recibiendo el respaldo de otros policías acantonados en otros cuarteles y provincias. ¿Qué si fue una rebelión? Particularmente opino que si hubo una rebelión. Los policías se rebelaron para exigir que no se les quite sus derechos económicos; que no les quiten su derecho a ser condecorados en sus ascensos; que no se les escatime unas bonificaciones pecuniarias; y, principalmente, que se vayan a su casa los generales de la cúpula por corruptos y porque no defendieron sus derechos. Es verdad que el levantamiento público es un delito contra el orden público, delito que es penado tanto por la ley civil como la militar, pero no es verdad que la rebelión haya estado encaminada para derrocar a Correa.

Incluso podríamos decir que más que rebelión en contra de Correa, fue un movimiento desordenado de policías contra sus Jefes policiales, y una protesta contra Correa por haber ordenado a los Asambleístas del gobierno, de Alianza País, a que con sus votos, aprueben el veto elaborado por el Presidente, con el que realmente les privó a más de 90.000 policías y militares sus derechos adquiridos, al igual que a más de 400.000 burócratas. Esta insurrección únicamente pretendía mantener sus derechos, pero jamás existió el famoso intento de golpe de estado. No está por demás adelantarnos a decir que el Presidente Correa y su agencioso Fiscal Pesántez moverán cielos y tierra para hallar culpables del “intento de golpe de estado”.

Los conspiradores policías que reclamaban sus derechos fueron unos pocos, hasta que Correa llegó al Cuarte Policial en forma prepotente; ofendió a los policías, los aguijoneó, hasta que ellos le ofendieron verbalmente. Llegó al colmo de pedir que le maten, y ahora los gobiernistas quieren acusar a los policías conspiradores por el delito de intento de homicidio al Presidente. Recuerden ecuatorianos, que si los policías, o los golpistas que están solo en la mente de Correa, hubiesen querido matarlo, lo hubiesen hecho cuando Correa los ofendió y ofreció su pecho tal cual un mártir. Los policías tuvieron más de 14 horas para matarlo y no lo hicieron.

Es más, el Presidente siempre estuvo custodiado en el Hospital Policial por miembros de la policía. Recibió a sus amigos, a la prensa, a legisladores gobiernistas, etc. Simplemente sus cálculos políticos le salieron mal y hubo una orden estúpida de enviar a los militares para que ingresen a rescatar al Presidente. Lo cierto es que cuando seis militares de élite lograron llegar primeros hasta la habitación donde minutos antes había estado el Presidente, fueron informados que el Presidente había sido liberado por la policía, y sin embargo, seguía el cruce de balas. Claro, Correa había negociado con la policía para salir del hospital, pero los policías no aceptaron que Correa vaya a reunirse con sus huestes civiles que estaban con frente al hospital, sino los policías lo evacuaron por la vía rápida que queda detrás del hospital.

Ahora vemos lo que ya habíamos dicho, la cacería de brujas está en marcha. Están buscando como locos a los políticos de oposición que Correa ya los destruyó años atrás; han iniciado centenares de investigaciones para dar con los “golpistas” para luego, con o sin pruebas condenarlos. La persecución en Quito a presuntos “golpistas” responsables del fallido golpe de estado está a la orden del día. Ya vendrán detenciones contra personas que no son políticos, contra periodistas, contra personas que él llama pelucones o de derecha. La caza de brujas está para largo, y peor cuando los “conspiradores” están solo en la mente de Rafael Correa.

Preparémonos para los días difíciles. Esto es solo el comienzo. Viva la patria.

lunes, 4 de octubre de 2010

El jueves 30 de septiembre del 2010, subí a mi blog “Denunciamos en Ecuador” un repaso de los sucesos más vergonzosos que hayamos visto jamás, cuando unos 120 policías habían paralizado sus labores (no salieron a sus puestos de trabajo) y se habían congregado en el cuartel policial Regimiento Quito. Exigían un diálogo con el gobierno, tendiente a conseguir se derogue la Ley de Servicio Público (en lo que les afectaba) que el Presidente Correa había ordenado a sus dóciles asambleístas gobiernistas de Alianza País lo aprueben, ley que les quita derechos adquiridos por los miembros de las Fuerzas Armadas y la Policía, como el de recibir condecoraciones en sus ascensos y una bonificación especial, a quienes cumplían quince años de servicio.

Vimos al Presidente Correa llegar al cuartel policial en una actitud prepotente, envalentonado, bravucón, como un “gran jefe”, que esperaba que los policías bajen la cabeza, se cuadren ante su superior y le obedezcan, al igual que lo hacen los asambleístas gobiernistas de Alianza País, que están acostumbrados a bajar la cerviz y obedecer todas las órdenes de su jefe. Veíamos que Correa antes de los incidentes llevaba en su mano izquierda una máscara antigases (¿preparado para su jornada?) y apoyado sobre el techo de una camioneta, increpaba con una cara de pocas pulgas a los policías pedigüeños; no oíamos lo que decía el Presidente, pero su actitud prepotente lo decía todo, pero oímos a una mujer policía que le gritaba “mentiroso”. Luego pasó entre los policías hasta ubicarse en un segundo piso, en dónde minutos antes un General de la Policía había tratado de hablar ante su tropa. En esa misma ventana, con micrófono en mano vimos un Correa desencajado, trastornado, alterado, enloquecido, asustado. Lo vimos en una actitud provocadora, como un antagonista belicoso y no como conciliador o que haya tenido el ánimo de dialogar con los policías que habían gritado consignas de sus justos reclamos. Vimos un Presidente insultador, que se burló de la Policía. En un momento de angustia se le oyó al ofensor gritar, y abriéndose su camisa como queriendo mostrar su pecho, dijo “si me quieren matar, aquí estoy, mátenme si tienen valor”, a lo que los policías le respondieron con gritos y silbatinas que derogue la ley. El Presidente terminó su “diálogo” con “ni un paso atrás”, copiando palabras expresadas en un momento crucial de la patria por el ex Presidente Durán Ballén cuando la guerra del Cenepa con el Perú.

Salió del cuartel policial entre gritos, bombas lacrimógenas, golpes, silbatinas, agua, etc., recibiendo en el tumulto su propia medicina, la misma que dio a estudiantes, a trabajadores, a ciudadanos de la Provincia de Orellana, a pobladores en Dayuma, en la zona oriental de Zamora Chinchipe cuando envió 1.500 policías a dar palo, bala y gases a unos pocos mineros para quitarles su trabajo. En su precipitada carrera el Presidente ha ido a refugiarse, -aunque ustedes no lo crean-, en el Hospital de la Policía que queda a pocos pasos del cuartel policial.

¿Nos preguntamos muchos de los ecuatorianos, porqué no fue el Presidente a refugiarse o curarse del espanto en el Hospital Metropolitano de Quito, que queda precisamente al frente del Hospital de la Policía? ¿Por qué no fue al Palacio Presidencial, su hogar y bastión?

De pronto, pasadas las doce de la mañana, desde el Hospital de la Policía, el Presidente Correa ordenaba que todos los medios de información del país debían conectarse a una Cadena Nacional Obligatoria e Indefinida; dictaba un decreto de excepción para que las fuerzas armadas se hagan cargo de la seguridad del país. Los medios oficialistas, a través de unos mentecatos periodistas gobiernistas comenzaron a desinformar al país; entrevistaban a todos los amigos del gobierno; entrevistaban a los funcionarios del régimen, quienes desinformaban a los ecuatorianos y a la prensa internacional, hablando de una rebelión de la policía; que tenían secuestrado al Presidente; que había intentos de desestabilización de la democracia; más tarde se dijo que era un intento de golpe de estado; luego, de intento de matar al Presidente; de magnicidio, etc., etc. Como consecuencia de la infortunada orden del gobierno, la cadena nacional sirvió para que se produjeran desmanes en Quito, Guayaquil y otras ciudades del país, con asaltos a mano armada, saqueos, etc. La cadena gubernamental fue una total vergüenza, porque los periodistas gobiernistas desinformaron al Ecuador y al mundo, con una verdad a medias. Lo que en principio fue solo un reclamo de 120 policías se convirtió en una guerra campal de graves consecuencias. Gobiernos amigos de Correa, le daban su respaldo por el intento de golpe de estado; la OEA se reunió para repudiar “el intento de golpe”, para proteger la democracia, etc. etc.

Quienes vivimos en el Ecuador sabemos que aquí no existe democracia; que Correa ha destrozado al país, ha dividido a los ecuatorianos; la violación a la ley y a la Constitución es de todos los días; la corrupción es una enfermedad endémica, extendida, a la que no se pone fin; no hay seguridad jurídica; las instituciones del Estado fueron desmanteladas; el ataque diario a los medios de comunicación, hace que no exista una prensa libre y democrática; ataque a los estudiantes universitarios; el odio creado a través de una infamante cadena nacional del informe presidencial de todos los sábados, en contra de los llamados pelucones; la lucha de clases; delitos gobiernistas sin sanciones; mentiras y ofensas en los monólogos del Presidente; millones de dólares gastados en una alienante propaganda gobiernista; inseguridad ciudadana porque el gobierno ha puesto en la calle a más de diez mil ladrones nacionales y extranjeros, etc.etc.

No señores. No hay democracia en el país. No hay democracia en el Ecuador. Tampoco es verdad que los policías secuestraron a Correa y lo llevaron al hospital, en dónde Correa recibía a sus Ministros de Estado, a sus simpatizantes, a la Presidenta encargada de la Asamblea Nacional que no dio paso a la sesión convocada de la Asamblea Nacional que pudo terminar con el bochornoso auto intento de homicidio, auto intento de golpe de Estado. La locura temporal del Presidente por decir lo menos, fue la causa de que se diera una balacera que terminó con siete ecuatorianos muertos y más de ciento noventa heridos.

¿Podrá el hombre tener su conciencia tranquila? ¿Podrá cambiar su manera de pensar? ¿Será la policía o el ejército o la marina la encargada de dar bala a los estudiantes y servidores públicos por las leyes aprobadas a la fuerza y que saldrán a manifestarse en las calles?

A los gobiernos democráticos de la región y del mundo les pedimos que no se dejen impresionar y engañar por las mentiras de Correa. ¿Acaso existe democracia en Venezuela, en Cuba, en Bolivia, en Nicaragua, en Ecuador? NO.

Se vienen más días negros para los ecuatorianos y la región hispanoamericana. El Fiscal Pesántez amigo íntimo de Correa ya ha iniciado acciones para sancionar a policías y militares que intervinieron en los actos que el Presidente incitó y estimuló con su discurso para luego rasgarse la camisa y pedir que lo maten. Dice que los policías serán castigados con el máximo rigor de la Ley. El Fiscal solo debe investigar con imparcialidad, pero esto es pedir peras al olmo. Sabemos que habrá una cacería de brujas, en donde serán millares de policías los sancionados. Percibimos que militares y policías no se quedarán cruzados de brazos. La herida quedará abierta.

¿Acaso no debe el Fiscal Pesántez investigar la actuación del Mandatario Ecuatoriano por ir a un cuartel policial para crear desorden, ya que con sus actos posteriores como su discurso violento, el dar su decreto de excepción y sobre todo con la orden de una cadena nacional de medios donde los ecuatorianos veíamos asombrados como se daba una balacera y vimos como caía herido de muerte un policía y otro centenar de heridos? ¿Acaso lo actuado por el Presidente Correa no constituye un delito tipificado en el Código Penal ecuatoriano? ¿Es que la justicia es solo para los de poncho? ¿Acaso la actuación de Correa no afectó el honor nacional, o fueron los funcionarios de su gobierno?

Ya lo veremos.
patriciod.blogspot.com

jueves, 30 de septiembre de 2010

ECUADOR UN CAOS

El 30 de septiembre del 2010 quedará grabado en las crónicas de la Historia del Ecuador, como un día de caos, de desconcierto, de anarquía, de desbarajuste, de desorganización, de incoherencia, de desgobierno, de confusión, de desmanes, de discrepancias, de contradicciones, de ataques, de insultos, de ultrajes, de escarnios, de burlas. Ya lo verán.

A partir de las ocho de la mañana, en varios medios de comunicación se daba cuenta que en el cuartel policial del Regimiento Quito se habían congregado unos 120 policías, que simplemente habían paralizado sus labores y exigían un diálogo con el gobierno para la derogatoria de una Ley, que con reformas ordenadas por el Presidente Correa, había sido aprobada por los Asambleístas de Alianza País, quitándolos sus derechos adquiridos como el de recibir condecoraciones en sus ascensos y una bonificación de un sueldo mensual, a quienes cumplían quince años de servicio y luego, cada siete años. Realmente hasta allí no hubo problemas. Allí no existía intentos de desestabilización o intento de golpe de estado como ahora proclaman los gobiernistas.

En los medios de pronto se dijo que llegaba el Presidente con algunos funcionarios del Estado. No me sorprendí de su presencia, porque conocemos el autoritarismo de Rafael Correa. Ya hemos vistos sus intervenciones e impulsos viscerales. Lo habíamos visto pelearse con la famosa partidocracia de la que él forma parte; con la prensa libre de este país; con los antes congresistas de oposición hasta lograr su destitución para reemplazarlos con los diputados de los manteles; violaciones de la Constitución anterior y actual; ofensas a los pelucones que trabajan honradamente, sin respetar edad; defensa al Fiscal que ni fu ni fa, su amigo; gases lacrimógenos a estudiantes y trabajadores; con religiosos, con gente del pueblo, con políticos a quienes ha denigrado y ofendido a más no poder, insultos a personas prestantes de nuestra patria, etc.etc. Me llamó la atención que el mandatario ecuatoriano acudió al Cuartel de Policía envalentonado tal cual su estilo de peleador callejero, llegó acompañado del Ministro de Interior para dialogar con los policías. Ya en el interior del cuartel y tal cual su estilo se enfrentó en un cruce de palabras con alguna mujer policía. Ante el tono agresivo del Presidente recibió por respuesta “mentiroso”. Acto seguido subió hasta el segundo piso de las instalaciones del Cuartel de Policía, para desde una ventana “dialogar” con los policías reclamantes. Antes, la tropa policial ya estaba subida de ánimos: habían quemado llantas y gritaban consignas de que se les respete sus derechos adquiridos.

Ya en la ventana, pudimos ver ya no al Presidente insultador y valentón, sino a un Presidente que tenía su rostro desencajado, como embriagado. Su rostro expresaba humildad, rabia contenida, pena, como que si asistiera a su propio funeral. Su voz altisonante y de mandón no se escuchaba. Su voz parecía entrecortada como si la noche anterior hubiera estado en una fiesta. Su cara era agria, sepulcral. Comenzó a hablar pero se le veía le faltaban fuerzas y con voz nada sonora, peor conciliadora o de querer dialogar; se burló de la policía y les dijo que ellos “tenían memoria frágil” para luego echar la culpa de sus males a la burguesía que los tenía en ese estado y que el gobierno actual les había mejorado los sueldos y les había entregado armas (una pistola a cada policía para que puedan defender apenas su propia vida ante tanta delincuencia organizada). Decía Correa que ha “apoyado a la policía”, a lo que policías gritaban mentiroso y lanzaban chiflas. En un momento de angustia y en forma imprevista se le oyó al insultador gritar, y abriéndose su camisa queriendo mostrar su pecho dijo “si me quieren matar, aquí estoy, mátenme si tienen valor”. Su camisa entreabierta y la corbata de lado, quedó al mismo estilo que Carlos Arboleda un ex Ministro de Lucio Gutiérrez que también hizo su show. (Parece que las cosas malas se pegan). Mientras tanto los policías le gritaban que derogue la ley, abajo Correa. Pero el Presidente terminó su “diálogo” con “ni un paso atrás”, imitando al ex Presidente Durán Ballén cuando la guerra del Cenepa con el Perú.

Lo que comenzó con una reclamación de la tropa de Policía Nacional, el país vivió un caos que por primera vez se da en el país. Conforme pasaban los minutos, los gritos eran más fuertes: existían llamadas de teléfonos celulares; gritos, hasta que un momento determinado se lanzaron una decena de bombas lacrimógenas. Salía el Presidente Correa y seguía peleando con los policías. No pudimos oír sus ofensas, pero si vimos su cara iracunda y alguien le hecho agua y luego una botella de plástico. Cayó otra bomba de gas, y el Presidente Correa recibió su propia medicina, la que dio a los pobladores de la zona oriental de Zamora Chichipe cuando envió 1.500 policías a dar palo, bala y gases a unos pocos mineros que querían que no se les quite su subsistencia.
Las cosas que veíamos en la televisión nos dejaban desconcertados. La actitud del Presidente jamás fue de diálogo o conciliación. Fue a ese lugar a tratar de imponer, y cuando recibió el gas, que no se sabe si fue lanzado por los policías reclamantes, o por los agentes infiltrados que no pudieron controlar a su Presidente. Vimos al Presidente que llegó al Cuartel de Policía portando una máscara de gas, que después de media hora pretendió usarla, pero falló por dos ocasiones porque no sabía su uso. De ahí pasó al Hospital de la Policía, en dónde se recuperaba del susto pasado por su intransigencia y que por suerte no sufrió un ataque al corazón por lo que nos veríamos sin Presidente.

Sin embargo, sus aliados gobiernistas, con rostros así mismo desencajados, con miedo a perder sus cargos y canonjías, insultaban a los conspiradores y decían a la prensa internacional que el Mandatario estaba secuestrado en el Hospital de la Policía. Es el mismo Correa que dicta desde allí el estado de excepción para que sea el ejército quien salga a las calles pada dar seguridad a la ciudadanía.
La reclamación se convirtió en una crisis policial al interior del país. Se tomaban avenidas, cerraban calles; los ladrones a quien el gobierno de Correa defiende con abogados gratis, para que a las 24 horas salgan de la cárcel para seguir robando, se dedicaron a robos, asalto de bancos, saqueos de mercancías. Se suspendieron clases y los niños quedaron sin transporte escolar. Sus asustados padres, pese a la incertidumbre reinante, hacían lo posible para llegar a los colegios a retirar sus hijos; en la Asamblea Nacional, se oían voces de abajo Correa; la policía impedía el paso o ingreso de los asambleístas que pugnaban por ingresar; en el Palacio de Gobierno, se congregaban los Ministros de Estado y funcionarios; en la Plaza Grande se congregaron unos 500 manifestantes que daban su apoyo a Correa; los Ministros reclamaban ayuda del pueblo para liberar al Presidente secuestrado; un grupo de la Fuerza Aérea que también es perjudicada por la Ley de Servicio Público, se tomó el aeropuerto de Quito, y se impidió el aterrizaje y despegue de aviones; los amigos del gobierno decían que el pueblo debe defender la democracia, cuando es el mismo Correa quien ha violado la misma Constitución y Leyes de la República para implementar su Socialismo del Siglo XXI y Comunismo al estilo de Chávez; la verdad es que la democracia hace rato que no existe en Ecuador, pero se apela a ella cuando se dan hechos que se debe al mismo “llorón de Lovaina” y hoy llorón por los gases recibidos, su propia medicina. Llegaron los gobiernistas al colmo de convocar a los servidores públicos, (a quienes la Ley también les perjudica al igual que a los policías y militares), para que salgan a defender a Correa. El loquito pequeño Abdalá Bucaram acusó de traidor al Ministro del Interior; acusó al grupo que apoya a Correa, Ruptura de los 25 estar detrás del Golpe de Estado. Después del mediodía, las cosas iban de mal en peor. Luego de los noticieros de la prensa no gobiernista, se ordenó una Cadena Nacional indefinida e ininterrumpida ordenada por el Gobierno a todos los medios televisivos y de radio de todo el país. Muchos tontos útiles se presentaron a los medios televisivos del gobierno, para apoyar la democracia.

Qué vergüenza más grande para el país. Una vergüenza para el mundo. Como conclusión, Correa debe aprender a ser humilde y respetar a los ecuatorianos. La violencia verbal practicada por Correa desde su Gobierno, debe parar. Si no lo hace, no sólo será la policía la que reclame sus derechos, sino todo un pueblo que se siente decepcionado, inseguro, engañado, que lo único que quiere es paz, trabajo, empleo. No dádivas a sus posibles electores, en perjuicio de los niños de educación escolar que fueron privados de un almuerzo que les preparaban sus propios padres por orden del Presidente. Siembra vientos y cosecharás tempestades. Los muertos y heridos correrán por cuenta de Rafael Correa.

patriciod.blogspot.com

sábado, 25 de septiembre de 2010

UN AÑO ATRAS

Hace un año atrás (sept-2009), el Alcalde de Quito Augusto Barrera hacía una evaluación de sus primeros días al frente del Municipio de la capital de los ecuatorianos. Decía a los medios de comunicación “que ha encontrado cosas aún más graves de lo que él sabía cuando era Concejal” (cómplice), que las resumió en “cuatro problemas”:
1) “Lo institucional: Daba como ejemplo lo ocurrido en la Corporación Nuevo Aeropuerto (Corpac). Barrera aceptó que las operaciones en el nuevo aeropuerto, previsto para octubre del 2010, se retrasarán por la situación económica que afronta la obra. En movilidad, el alcalde anterior invirtió 50 millones de dólares en la obra física de los corredores exclusivos nuevos, pero que no sabía que iba a pasar por ahí; que heredaba la obra con falta total de definiciones. En la operación de la Ecovía, su antecesor descubrió irregularidades y terminó con “arreglar” y devolverles la operación a los operadores anteriores, indicando que esto en su administración no sucederá”.
2) “Una deficiente coherencia entre las políticas y las acciones”. (Ya lo vemos).
3) “Lo laboral: que había varios regímenes laborales: privado, público, temporal de empresas y por ende distintos tipos de contratación. Que hay exceso de personal en la Empresa Municipal de Alcantarillado y Agua Potable (Emaap), dando como ejemplo que este personal casi duplicaba el número promedio de empleados de las empresas de este tipo en América Latina, lo que casi duplica también el costo de trabajo. Que lo ocurrido en la Emaap se repite en la mayoría de las empresas municipales, como un botín político, manifestando que no va a haber despidos masivos de los trabajadores, sino re direccionar a estos trabajadores, para que puedan hacer servicio a domicilio para solucionar problemas en las casas de los quiteños”.
4) “Lo financiero: Que en lo financiero encontró la falta de un catastro adecuado para que genere recursos a través de impuesto (no tasa), además el problema de transferencias desde el Ministerio de Economía, por una deficiencia de la administración anterior”.

No es broma. Esas fueron las declaraciones de Augusto Barrera que se pertenece al Movimiento Alianza País que la preside el Presidente Rafael Correa. Si analizamos los ejemplos de cada uno de los cuatro problemas planteados por el Alcalde Barrera, podemos decir lo siguiente:
* El nuevo aeropuerto, obviamente que no va a funcionar el próximo mes de octubre, como así estaba previsto. La obra se paralizó por discusiones entre la Corpac, el Municipio, los prestamistas del crédito y los agenciosos gobiernistas. La obra será entregada a fines del 2011 (si es que se llega a cumplir los plazos). En todo caso, en esa fecha tendremos el aeropuerto, pero no habrá una vía de acceso rápida al mismo, ya que hasta el momento no comienza la construcción de las vías alternas para acceder al aeropuerto; no comienza siquiera las expropiaciones de los terrenos por donde pasará la vía. Según cálculos de profesionales entendidos en la materia, la vía estará terminada en más o menos cinco años. Así que tendremos un aeropuerto de lujo en el 2011, pero que no funcionará sino hasta el año 2015, porque no hay vías de acceso.
* En movilidad: podemos calificar al Alcalde con una nota de uno sobre diez puntos. El uno, por copista (pico y placa establecida en una ciudad colombiana). El pico y placa no funciona simplemente. Sigue el caos en la capital de los ecuatorianos. No existe transformación alguna con los operadores del transporte privado que no respetan las paradas de buses; siguen los vetustos buses (más de 30 años), con letreros que dicen “Servicio Especial”, pero para producir accidentes por sus locas carreras de velocidad, a los que el Alcalde no puede poner freno. Con la obra física de los corredores exclusivos nuevos y que el Alcalde no sabía que iba a pasar por ahí por “falta de definiciones” (¡!), ya lo dieron buen uso los funcionarios de su Presidente, principalmente el vehículo oficial que ocupaba la esposa del Fiscal Pesántez que a exceso de velocidad atropelló y mató a una ciudadana. Los corredores exclusivos únicamente sirven a los buses de la Ecovía. Lamentablemente, el abuso de los carros oficiales del Estado que utilizan esos corredores, para carreras oficiales, poniendo en peligro constante la vida de los transeúntes. Y qué decir de los buses articulados para el transporte municipal de los quiteños, que no son más que unas cajas vetustas, chatarras, con puertas dañadas, asientos rotos; suciedad en su interior, por el smog propio que expelen. Claro, los vehículos apenas tienen tiempo de parar unas pocas horas diarias, porque los 40 autobuses son insuficientes para la demanda existente. Los pasajeros son llevados de pie, como sardinas, apiñados, junto a ladrones conocidos por los empleados y choferes de la Ecovía. Los buses imprimen excesivas velocidades para luego parar como los burros, con caídas y protestas de los infelices pasajeros. Y el Alcalde? Bien muchas gracias.
* En lo laboral, Barrera ha conservado al exceso de personal no sólo de la Emaap y más empresas municipales, sino que ha ingresado miles más de empleados pipones, con muy buenos sueldos, pero incapaces de dar soluciones a los reclamos de miles de miles de ciudadanos que claman por servicios que son cicateados por la administración municipal de Barrera. Sólo es cuestión de pasar por las dependencias municipales para darse cuenta de que el personal ha sido duplicado; que como disponen de mucho tiempo, salen a pasear, toman café, comen en sus puestos de trabajo, etc., pero incapaces de servir a los que pagamos los impuestos. Los funcionarios y empleados medios, vienen desde hace años en sus mismos puestos, en los que han demostrado incapacidad y/o corrupción, pero allí siguen intocables y dueños de la ciudad.
* Como el alcalde anterior dilapidó 50 millones de dólares en corredores exclusivos nuevos, para uso exclusivo de los funcionarios de gobierno, el Alcalde Barrera quiere meter la mano en el bolsillo de los capitalinos, por más de 680 millones de dólares, para construir vías periféricas de la capital, sin ni siquiera tener un plan de movilidad adecuado, como es el aumento de unidades de transporte municipal; cambio de las unidades vetustas; cambio de las unidades de los operadores privados; estacionamientos privados internos para los taxis, para que no hagan estacionamientos en las calles; exigir el cumplimiento de la Ley de Tránsito por parte de los choferes profesionales y sportman que circulan por la capital; obligar a los buseros a parar sólo en las paradas; creación de otras paradas, con carteles que avisen a los usuarios la circulación que tienen esos buses, etc. etc. Podríamos pedirle que copie la movilidad existente en Madrid?
* Por último, para que no se queje con el problema de las transferencias de dinero del estado a través del Ministerio de Economía y corrija la deficiencia de la administración anterior, pida a su jefe ordene el pago inmediato de lo que debe y lo que no debe. Es la capital de los ecuatorianos. Sugiero que los quiteños escriban al Alcalde y colaboren con ideas renovadoras para la tranquilidad de los ciudadanos, porque Barrera pone barreras y no da soluciones efectivas a los miles de problemas que tiene el lindo Quito, “carita de Dios”.





patriciod.blogspot.com