jueves, 1 de septiembre de 2016

CONSUELO DE BOBOS


CONSUELO DE BOBOS

Las cosas que dice, las cosas que hace, la manera enredada en qué piensa, la expresión de su rostro, el tono de su voz, las expresiones de odio, de violencia, de maldad, la corrupción general, etc., hace que la gran mayoría de ecuatorianos sintamos vergüenza del gobierno correista y pena del futuro que espera a los niños, jóvenes, adultos, ancianos, padres, madres, abuelos. Pero más vergüenza aún, que los ecuatorianos no hagamos nada por detener al Tsunami Correa que está acabando con los recursos públicos del Estado Ecuatoriano, con endeudamientos chulqueros, intereses ilegales, nada éticos, nada morales y corruptos de la revolución ciudadana. Por mucho menos que eso los ecuatorianos salimos a las calles y terminamos con mandarles a sus casas a los presidentes Abdalá Bucaram y Lucio Gutiérrez. Correa no hizo nada por encarcelar a los ministros y funcionarios corruptos. Más bien, por su “vasta experiencia” para saquear el dinero de los ecuatorianos, ahora son asesores del Presidente Correa.

Igual, la marcha prevista para el uno de septiembre por el pueblo venezolano pretende conseguir que el pueblo termine con la dictadura de Maduro y lo envíen no a su casa, sino a la cárcel y de por vida por los delitos de lesa humanidad, de matar a opositores, de matar de hambre al pueblo venezolano, por detenciones arbitrarias y desaparecimientos de políticos y ciudadanos comunes que se oponen a pensar como ellos.

No existe diferencia alguna entre Rafael Correa Delgado y Nicolás Maduro como gobernantes. Son corruptos, -enanos de inteligencia, pero grandes en corrupción-. Tienen a su haber decenas de muertes que no son investigadas por la sola voluntad de cada gobernante. Los jueces son manipulados y solo se dedican a salvar, tapar, esconder los actos ilícitos y resolverlos a favor de los que ahora gobiernan.

¿Quién es más corrupto? A Maduro le vuelan pajaritos alrededor de su cabeza y Correa siempre está volando sobre la nube rosada. Son cínicos, inmorales, violadores de la Constitución, asesinos, que quieren quedarse en el poder para no ser enjuiciados por sus crímenes, para seguir viviendo vida de millonarios, cuando antes solo tenían apenas para mantener su familia, hoy son potentados de grandes fortunas que están en paraísos fiscales, en bancos de muchos países del mundo.  Entre los dos sacan pecho y obviamente que el ganador es maduro, aunque en la carrera, Correa ganará con creces si no le para el pueblo ecuatoriano.

Por ponerlo de alguna manera más fácil para los bobos gobiernistas, seguidores y bobos simpatizantes de Correa, la corrupción en Ecuador está en el orden del 30% en pagos de coimas o sobreprecios en los contratos entregados a dedo (que son todos) para todas las obras tanto del gobierno nacional, como de los gobiernos seccionales (poco más o menos 100 mil millones de dólares en diez años).  Las coimas y sobreprecios siempre han sido un mal, una peste, un crimen, robos que nunca han sido castigados por los gobiernos de turno, porque existe el denominado “consuelo de bobos” cuando muchos ecuatorianos que defienden a Correa dicen: “No importa las coimas, el robo, la corrupción, si se hacen obras”. Que tal.

En Venezuela, la corrupción sobrepasa el 45% de coimas y sobreprecios en la compra de alimentos a cargo del ejército de ese país, cuando el pueblo venezolano se muere de hambre. En los dos casos, existe el consuelo de bobos, de pueblos lavados el cerebro en unos casos y de pánico o terror en otro. Incluso en la política internacional, cuando el Gobierno de Correa y Maduro “condenan la destitución de Dilma Rousseff” y ordena el retiro de representantes diplomáticos. No sé si el consuelo de bobos es peor, cuando el pueblo calla cuando jueces ignorantes, que desconocen el derecho, que no estudian la Ley, o cuando reciben órdenes del Presidente, aceptan el pedido ridículo de Rafael Correa que quiere ser el Comandante General del ejército que ni siquiera sabe “cuadrarse” como militar, sino sólo sabe cuadrarse ante los ex Alfaro Vive Carajo, acabados y puestos en su lugar precisamente por el ejército ecuatoriano. Correa llama a esos soldados “antipatriotas”, soldados han cumplido con honor su misión, pero a los asesinos terroristas que mataron ecuatorianos los recibe con los brazos abiertos, introduciéndoles como funcionarios y asesores a terroristas asesinos que han recibido millones de dólares del pueblo ecuatoriano y entregándoles una ley propia que los protege. ¿De Qué?

La justicia tarda, pero llega. Hay que acabar con todos los corruptos, vengan de donde vengan.





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