CONSUELO DE BOBOS
Las cosas que
dice, las cosas que hace, la manera enredada en qué piensa, la expresión de su
rostro, el tono de su voz, las expresiones de odio, de violencia, de maldad, la
corrupción general, etc., hace que la gran mayoría de ecuatorianos sintamos vergüenza
del gobierno correista y pena del futuro que espera a los niños, jóvenes,
adultos, ancianos, padres, madres, abuelos. Pero más vergüenza aún, que los
ecuatorianos no hagamos nada por detener al Tsunami Correa que está acabando
con los recursos públicos del Estado Ecuatoriano, con endeudamientos
chulqueros, intereses ilegales, nada éticos, nada morales y corruptos de la revolución
ciudadana. Por mucho menos que eso los ecuatorianos salimos a las calles y terminamos
con mandarles a sus casas a los presidentes Abdalá Bucaram y Lucio Gutiérrez. Correa
no hizo nada por encarcelar a los ministros y funcionarios corruptos. Más bien,
por su “vasta experiencia” para saquear el dinero de los ecuatorianos, ahora
son asesores del Presidente Correa.
Igual, la
marcha prevista para el uno de septiembre por el pueblo venezolano pretende conseguir
que el pueblo termine con la dictadura de Maduro y lo envíen no a su casa, sino
a la cárcel y de por vida por los delitos de lesa humanidad, de matar a opositores,
de matar de hambre al pueblo venezolano, por detenciones arbitrarias y
desaparecimientos de políticos y ciudadanos comunes que se oponen a pensar como
ellos.
No existe
diferencia alguna entre Rafael Correa Delgado y Nicolás Maduro como
gobernantes. Son corruptos, -enanos de inteligencia, pero grandes en corrupción-.
Tienen a su haber decenas de muertes que no son investigadas por la sola
voluntad de cada gobernante. Los jueces son manipulados y solo se dedican a
salvar, tapar, esconder los actos ilícitos y resolverlos a favor de los que
ahora gobiernan.
¿Quién es más
corrupto? A Maduro le vuelan pajaritos alrededor de su cabeza y Correa siempre está
volando sobre la nube rosada. Son cínicos, inmorales, violadores de la Constitución,
asesinos, que quieren quedarse en el poder para no ser enjuiciados por sus crímenes,
para seguir viviendo vida de millonarios, cuando antes solo tenían apenas para
mantener su familia, hoy son potentados de grandes fortunas que están en paraísos
fiscales, en bancos de muchos países del mundo. Entre los dos sacan pecho y obviamente que el ganador
es maduro, aunque en la carrera, Correa ganará con creces si no le para el
pueblo ecuatoriano.
Por ponerlo
de alguna manera más fácil para los bobos gobiernistas, seguidores y bobos simpatizantes
de Correa, la corrupción en Ecuador está en el orden del 30% en pagos de coimas
o sobreprecios en los contratos entregados a dedo (que son todos) para todas
las obras tanto del gobierno nacional, como de los gobiernos seccionales (poco más
o menos 100 mil millones de dólares en diez años). Las coimas y sobreprecios siempre han sido un
mal, una peste, un crimen, robos que nunca han sido castigados por los
gobiernos de turno, porque existe el denominado “consuelo de bobos” cuando muchos ecuatorianos que defienden a
Correa dicen: “No importa las coimas, el robo, la corrupción, si se hacen obras”.
Que tal.
En Venezuela,
la corrupción sobrepasa el 45% de coimas y sobreprecios en la compra de
alimentos a cargo del ejército de ese país, cuando el pueblo venezolano se
muere de hambre. En los dos casos, existe el consuelo de bobos, de pueblos
lavados el cerebro en unos casos y de pánico o terror en otro. Incluso en la política
internacional, cuando el Gobierno de Correa y Maduro “condenan la destitución de
Dilma Rousseff” y ordena el retiro de representantes diplomáticos. No sé si el
consuelo de bobos es peor, cuando el pueblo calla cuando jueces ignorantes, que
desconocen el derecho, que no estudian la Ley, o cuando reciben órdenes del
Presidente, aceptan el pedido ridículo de Rafael Correa que quiere ser el
Comandante General del ejército que ni siquiera sabe “cuadrarse” como militar, sino
sólo sabe cuadrarse ante los ex Alfaro Vive Carajo, acabados y puestos en su
lugar precisamente por el ejército ecuatoriano. Correa llama a esos soldados “antipatriotas”,
soldados han cumplido con honor su misión, pero a los asesinos terroristas que
mataron ecuatorianos los recibe con los brazos abiertos, introduciéndoles como
funcionarios y asesores a terroristas asesinos que han recibido millones de dólares
del pueblo ecuatoriano y entregándoles una ley propia que los protege. ¿De Qué?
La justicia tarda,
pero llega. Hay que acabar con todos los corruptos, vengan de donde vengan.
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