martes, 23 de mayo de 2017

DIGAME LICENCIADO, 24 de mayo del 2017

El 24 de mayo (1822) se conmemora en Ecuador la “Batalla del Pichincha”, en la el General Antonio José de Sucre, al mando de tropas independistas, derrotó al ejército español, y por ende la liberación e independencia total de la Real Audiencia de Quito, en ese entonces jurisdicción administrativa colonial española.

El 13 de mayo de 1830, los territorios que conformaban la Gran Colombia (por problemas políticos y ambiciones de sus líderes tal como ocurre actualmente) se separaron y nace lo que hoy es la República del Ecuador.

El primer presidente constitucional del Ecuador fue el General Juan José Flores (1830); y, el último, el Dr. Alfredo Palacio (2006). Son más de 50 presidentes que han ejercido el poder ejecutivo. No cuento las dictaduras militares, y peor la dictadura del Econ. Rafael Correa Delgado (2007-2017). Rafael Correa ha gobernado nuestro país por diez años, en forma dictatorial, violando cientos de veces la constitución creada por él mismo, hasta convertir al país en un estado narco-corrupto, con situaciones insospechadas de corrupción que irán saliendo a la luz pública en los meses siguientes.

El 24 de mayo es una fecha señalada por el dictador Correa para el cambio de mando entre Correa y Moreno. Este hecho se dará el día de mañana y comenzará un nuevo gobierno del movimiento político Alianza PAIS, que no tiene ideología alguna y marcado por la pestilencia de la corrupción. Lenin Moreno no es más sino el continuismo de la corrupción de Rafael Correa. Queda Moreno, el presidente de la Asamblea Nacional l, el Fiscal General, Contralor, Corte Constitucional, etc., etc. encargados de tapar la corrupción más grande del país en los más de 185 años de vida republicana.

Si Lenin Moreno tuviera dignidad, honradez, valentía e independencia para con su mentor político, los ecuatorianos podríamos pensar que el país dejaría por fin el comunismo disfrazado de Socialismo del Siglo XXI, como lo han hecho Argentina y Brasil, precisamente por la corrupción de los izquierdosos ladrones. No queremos el mismo camino de Cuba, de Nicaragua, de Venezuela. Los ecuatorianos solo queremos paz, honradez y trabajo. Educación para nuestros hijos y salud. ¿Acaso es mucho pedir?

Con Lenin Moreno todo será igual. No habrá cambios marcados. No habrá una transformación que requiere la patria. La corrupción será la misma o peor que antes. Por ello, los ecuatorianos debemos estar a la expectativa y defender nuestro país de las garras del comunismo y de los líderes corruptos de siempre.

Si el señor Lenin Moreno ama a su patria, solo deberá efectuar unos pequeños cambios que para cualquier demócrata son sencillos a ejecutar, así:

1) Eliminar en su totalidad o por lo menos reformar profundamente la Ley de Medios de Comunicación. Con ello se conseguirá que los medios den a conocer los actos de corrupción del gobierno de Correa y del actual.

2) Eliminar la gigantesca infraestructura multimillonaria de informática de los troles.  Despedir a esos malos ciudadanos ecuatorianos por su labor sucia, de engañar a la ciudadanía y ofender al pueblo que se informa verazmente a través de las redes sociales.
3) Ordenar la iniciación de juicios penales para investigar todos los contratos realizados en los últimos 10 años por el gobierno de Correa. Ejemplos: El Aromo, movimiento de tierras por $ 1.600.000.000 (mil seiscientos millones de dólares); Coca Codo Sinclair: En el 2007 la obra de construcción y funcionamiento costaba apenas 800 millones de dólares, pero que al país le ha costado más de dos mil ochocientos millones de dólares. Toachi-Pilaton, la obra inicialmente costaba solo 60 millones de dólares y pasa de los 500 millones de dólares. Etc. Etc.

4) Eliminar las últimas leyes dictadas por el correismo que perjudican los intereses y dineros del pueblo ecuatoriano.

5) Ordenar una prolija investigación a los exministros de Correa sobre las labores por ellos realizados. Abrir y revisar todos los contratos.

6) Revisar todos los contratos entregados a dedo por Correa, cuando precedían decretos de Estado de Excepción (más de treinta decretos) que violaban la Constitución.

7) Pedir la inmediata RENUNCIA del Ministro Fiscal General; del Contralor General del Estado; del Procurador General del Estado; del Gerente del Banco Central; de los Intendentes de Compañías, Bancos, Comunicaciones; a los personeros del Tribunal Electoral; reorganización de la Corte Suprema, Superiores y jueces corruptos. Es decir, independizar los poderes del Estado: El poder Ejecutivo, el Poder Judicial y el Poder Legislativo.

8) Nombrar una Comisión Anticorrupción con personas no afines a los corruptos de Alianza PAIS.

9) Cambiar a todos los jueces y fiscales corruptos que actuaron y obedecieron órdenes del dictador corrupto.

10) Eliminar los Ministerios y secretarías de Estado, que son más de 37, y que no han hecho nada, sino solo robar. Con ello se eliminará los cientos de miles de empleados que no hacen nada y que ni siquiera tienen un escritorio, pero que le han servido a Correa para marchar contra su voluntad incluso, queriendo engañar al pueblo de que tenía apoyo.

11) Mantener la dolarización.

12) Que cumpla sus más de 40 ofrecimientos de campaña política. Correa en diez años no ha podido realizar nada a favor del pueblo. ¿Podrá el pobretón de Moreno? El pobre Tin Delgado tampoco pudo, pero se dio el lujo de estar en la despedida de Correa.

Correa nunca fue mi presidente. Moreno tampoco lo es. Son la misma cosa. Corruptos.
Yo no creo en Moreno. Los ladrones son ladrones. Lenin Moreno robó al pueblo ecuatoriano más de un millón quinientos mil dólares por no hacer nada en Bruselas, y de ese robo ni siquiera pagó impuesto de salida de capitales y ni siquiera pagó el impuesto a la Renta a que estaba obligado. Incluso cuando fue vicepresidente, no pagó el impuesto a la Renta que le correspondía hacerlo, pagaba menos impuestos que cualquier funcionario de segunda. Los ladrones serán ladrones toda la vida. Los corruptos serán corruptos toda la vida. Alerta ecuatorianos. No sigas creyendo en las mentiras correistas.


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