sábado, 30 de mayo de 2009

INFLUENCIA O INFLUENZA

Pierina, la hermana del Presidente Rafael Correa, apoyada por éste en la campaña electoral para la dignidad a la Prefectura del Guayas, denunció a los medios de comunicación (bestias salvajes, prensa corrupta, ¿verdad?), un presunto fraude electoral en la Provincia del Guayas, en dónde las huestes del Movimiento PAIS sufrieron una derrota electoral importante pese a los varios millones de dólares gastados en una campaña electoral inmoral, desigual, dirigida y orquestada por el Presidente Correa, obviamente que con el recurso económico de los ecuatorianos.

A más de la denuncia a los medios, Pierina presentó una denuncia en el Ministerio Público para que se investigue el proceder de varios digitadores y supervisores del Consejo Electoral del Guayas. Obviamente que detrás de ella tenía el asesoramiento y respaldo de su hermano el Presidente Correa, que a todo trance quería ganar por lo menos la Prefectura en la Provincia del Guayas, en dónde su gobierno de la revolución ciudadana (¡¿?!) no consiguió ninguna dignidad importante de elección popular, sino que perdió dignidad y credibilidad ante el pueblo ecuatoriano.

Pierina Correa pedía el conteo de voto a voto de 4.800 urnas. Hizo el escándalo y la prensa le paró bola, le creyó; pero el pueblo no se come cuento porque sabía de dónde vino el fraude electoral. Ella y su hermano, al igual que el Consejo Nacional Electoral tenían por meta demorar el proceso electoral y para ello se servían de cualquier pretexto; querían distraer al pueblo, mientras se cometían los verdaderos fraudes electorales en las demás provincias de la República. Ellos sabían que la partida estaba perdida, que Pierina jamás llegaría a la Prefectura, pero se valieron del joven fiscal distrital del Guayas para que se dé trámite a la denuncia de fraude, “interfiriendo” con ello en la labor del Consejo Nacional Electoral. Para demorar más el proceso electoral, y tener absortos a los ecuatorianos con el presunto fraude, presentaron una denuncia sin pies ni cabeza ante un juez penal del Cantón Durán, Provincia del Guayas, juez que ordenó al Tribunal Electoral no dé a conocer los resultados electorales de esa provincia. Estas dos autoridades “interfirieron” en el proceso electoral, pero como se pertenecen a la burrocracia de Correa, percibimos que jamás serán sancionados, pese a que Omar Simón, Presidente del Consejo Nacional Electoral pidió una aclaración al Tribunal de bolsillo para que resuelva sobre la orden del juez penal, y el caso de Guadalupe LLori, que hizo llorar con su triunfo al gobierno y los socios del gobierno, el Movimiento Popular Democrático, y en dónde también había intereses ocultos para pretender quitarle su triunfo a la Prefecta de Orellana.

El Consejo Nacional Electoral requirió de nada más ni nada menos que de cinco conteos, para declarar vencedora a Guadalupe LLori como Prefecta de Orellana, que sufría y sufre una persecución política desvergonzada. De igual manera, Jimmy Jairala fue proclamado oficialmente Prefecto del Guayas, que jamás se dio por vencido y luchó todos los días para evitar se cometa un fraude.

Se consiguieron los objetivos propuestos por PAIS, el pueblo tenía la distracción de LLori y Jairala. La prensa se hizo eco de la denuncia y todos los ecuatorianos estaban pendientes de esta telenovela electoral criolla. El Consejo Nacional Electoral vergonzosamente hasta ahora no ha podido declarar en forma oficial a los vencedores de la última elección, pese al tiempo transcurrido, y sin embargo, ya llamó a nuevas elecciones para las dignidades de parlamentarios andinos sin incluir al segundo suplente como lo dispone el Protocolo del Parlamento Andino, es decir, incumpliendo los Tratados Internacionales suscritos por el Estado ecuatoriano.

También se elegirán a miembros de las Juntas Parroquiales. Más cortinas de humo. Nos preguntamos los ecuatorianos: ¿qué se esconde detrás de éstas elecciones? ¿Por qué no se eligieron estas dignidades en el mismo proceso electoral del 26 de abril? Se dice que las votaciones para estas últimas dignidades, costarán varios millones de dólares, similares a las gastadas en las del 26 de abril.

Percibimos los ecuatorianos, que se planificó las elecciones con profunda mala fe. Se concibió un plan malévolo, perverso y malintencionado, cuando se convocó a nuevas elecciones, porque al gobierno le interesa que los resultados electorales no se den a conocer a la brevedad posible y así tener tiempo de torcer la voluntad ciudadana; porque así, los asambleístas del congresillo que vienen actuando en forma ilegal e inconstitucional, seguirán dictando leyes mal hechas, mal concebidas, mal redactadas, llenas de fantasías y bla bla del socialista del siglo XXI.

Mientras tanto, los dineros del pueblo ecuatoriano, mal gastados, derrochados y disipados por el Gobierno de Correa; los varios millones de dólares empleados en la campaña desleal y vergonzosa, suman un monto total inimaginable que hubiesen servido con creces el atender las reales necesidades de los menos poseídos del pueblo, con inversiones en su salud y educación. Conocemos que en la campaña electoral se regaló computadoras, herramientas de trabajo, créditos de un banco del estado con oficinas rodantes y sin garantías, urea, arroz, alimentos en general, etc., etc. Son más de 20.000 millones de dólares que los ecuatorianos no sabemos a dónde fueron a parar. Son más de 20.000 millones de dólares que no tendrán fiscalización. Ese dinero del pueblo fue mal empleado y eso constituye un gravísimo delito. No hay Contraloría, ni Ministerio Fiscal que investigue esos gastos. No habrá jueces que inicien un juicio en contra de Correa. No habrá asambleístas que inicien un juicio político al Presidente. No habrá fiscalización en la próxima Asamblea. Todo se tapa. La patria ya es de todos. La revolución ciudadana ya es de todos. El narcotráfico y la guerrilla también. La corrupción al más alto nivel, ya es de todos. Viva la fiesta. La corrupción avanza como la influenza AH1N1.

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