jueves, 9 de octubre de 2008

INSULTOS PRESIDENCIALES

INSULTOS PRESIDENCIALES
Lo que no debe hacer un presidente
El Presidente de la República del Ecuador, era el jefe de Estado y de Gobierno. Era el jefe de la Función Ejecutiva. Digo era, porque después de acabar con todas las instituciones democráticas del país, y al aprobarse la llamada “nueva constitución”, ahora posee todo el poder del Estado y puede hacer lo que se le antoje en esta mi querida patria. Se supone que el Presidente de un estado, debe ser una persona centrada, equilibrada, democrático, decente, recatado, ejemplo para los ecuatorianos, con ética y moral a toda prueba y no un mandón autoritario. Lamentablemente, desde el día de su elección ha sido el presidente más controvertido de la historia ecuatoriana y no precisamente por sus obras hasta hoy inexistentes, sino por haberse convertido en un hábil insultador, profesión que durante sus campañas políticas en dos años, le permitieron consolidarse en el poder, pero a costa de engañar al pueblo ecuatoriano.
Cuando un ciudadano prendía la televisión, la radio, oíamos un presidente bocón, insultador, sin que le preocupara si eran gente honesta, decente, ancianos, hombres o mujeres, jóvenes, etc. Atacaba con improperios y ofensas a todas las personas que según él estaban en su contra o no piensan como el Presidente. Por ello, me propuse conservar algunas “perlas” de los insultos, ofensas, desprecios, agravios e insolencias proferidas por el presidente ecuatoriano en contra de políticos, periodistas, ciudadanos comunes, y en general a toda persona que se oponga a su proyecto del Socialismo del Siglo XXI, socialismo del que hasta ahora, por ir de tarima en tarima por más de dos años, no ha podido explicar al país y el mundo en qué consiste, pero quiere implementar en nuestro país, como si fuésemos conejillos de indias. Correa se autodefine como un humanista cristiano de izquierda y un economista neo estructuralista. (¡!). ¿Ustedes lo entienden? Yo no. ¿Eso es el socialismo del siglo XXI?
El Alcalde de la ciudad de Guayaquil convocó a una marcha de protesta en contra de las decisiones del Ejecutivo y de la inconstitucional Asamblea de Montecristi. La convocatoria se vio culminada con una multitudinaria marcha de algo más de trescientos mil guayaquileños. Correa le restó importancia a esa marcha y lanzó sus habituales ofensas ante un grupo de 300 simpatizantes que el mismo día de la marcha guayaquileña habían ido al Palacio de Gobierno a darle respaldo. Ante ese minúsculo grupo de personas se refirió al Alcalde en estos términos: “No nos va a asustar la bravata de un matón de barrio”. “Después de todos los millones gastados, es como una escopeta que ha disparado solo un corchito, ya Guayaquil es de todos, no de los pelucones ni de la partidocracia”.
Correa ha repetido incansablemente que “se les acabó la fiesta a los socialcristianos”, o que en Guayaquil hay una “fuerza de vivos” o “pelucones” de la vía Zamborondón que no conocen lo que quiere el pueblo. En sus cadenas obligadas de radio y televisión, una y otra vez repetía lo mismo, pelucones, banqueros ladrones, etc. Por si no lo saben mis amigos lectores, Correa inició con el término “pelucones”, una verdadera lucha de clases sin precedentes en la historia, entre los pobres del país y la clase media; entre los pobres y los ricos. Ha creado un rencor o envidia del indígena contra el habitante de la ciudad; del cholo contra el mestizo costeño; del mestizo serrano pobre contra el mismo mestizo serrano o costeño que a base de esfuerzo y trabajo ha logrado una profesión, empleo o vivienda. Ha sembrado el odio contra los que él llama banqueros corruptos a los que ofreció capturarlos y nada. Ha logrado dividir al país en dos grandes bandos.
Cuando fue de turismo político a Madrid, para solicitar a los inmigrantes el voto por el sí a su nueva constitución, visiblemente ofuscado ante un compatriota que le pedía que escuche a los estudiantes, el Presidente amparado en la protección de guardaespaldas militares, invitó al atrevido jovencito compatriota a cruzar golpes y luego lo insultó gritándole “!idiota, por gente como ustedes es que queda mal el país!”. Todo esto en tono prepotente, con una cara de mal dormido y ante la incredulidad de la prensa mundial, de diplomáticos internacionales, que fueron testigos de la intolerancia de este singular bochorno para el país.
Ese mismo Mandatario ecuatoriano no frenó a Uribe cuando éste cuando lo insultó -¿o no se dio cuenta?- en la cumbre de Santo Domingo cuando le dijo “no me interrumpa con su sonrisa propia de los nostálgicos del comunismo”. Tampoco musitó palabra cuando el Presidente colombiano lo sorprendió al proponerle un estrechón de manos tras abrazarse con Chávez, quien había llamado a Uribe asesino y perro de Bush.

Como verán amigos míos, la polarización entre clases sociales está en su punto. La patria ya es de todos, para las discordias, los heridos, las víctimas, las amenazas, chantajes, abusos, etc. Recordemos que más de 20 personas fueron detenidas, y apaleadas en Dayuma (Provincia de Orellana) acusados de terroristas, cuando se conoce que él y sus colaboradores protegen a la FARC de Colombia. A raíz del paro en Dayuma, se ordenó la prisión de la Prefecta de Orellana. Este y otros hechos marcó para que el Ecuador esté bajo la lupa de organismos de Derechos Humanos. La fundación estadounidense Human Rights, que se encarga de vigilar el cumplimiento de los DD.HH. en el mundo, abrió su oficina en Ecuador. El representante de la fundación, Alek Boyd, acudió a la cárcel de mujeres de Quito para visitar a la Prefecta de Orellana Guadalupe Llori, a quien consideran “presa de conciencia”. La alcaldía quiteña tuvo que conceder un recurso de habeas corpus, para que la señora LLori pueda salir de la cárcel, pese a que existía una orden judicial ordenando su libertad. Ella estuvo detenida por más de ocho meses y fue absuelta tardíamente por la justicia.
Pero sigamos viendo “las perlas”: Le dijo cobarde a Fausto Ortiz, su Ex Ministro de Economía; Periodista pornográfico a Alfonso Espinosa, reconocido y honesto periodista de larga trayectoria; vieja pelucona a Margarita Arosemena; aniñada y divorciada de dudosa moral a Roxana Queirolo ex asambleísta de Gobierno que se pasó a la oposición; viuda llorona a Diana Acosta, ex asambleísta de Gobierno, sin saber que estaba de luto por la muerte de su hijo; incapaz a Carlos Pareja; incapaz al Superintendente de Bancos al que lo destituyó a través de su asamblea de alza manos; gordita horrorosa a una periodista cuencana que le hizo una pregunta a la que no pudo responder; machito y mujeriego a Carlos Vera, periodista de la televisión; viejo decrépito a Ramiro Borja, Presidente de la Comisión Anticorrupción; madre de Calcuta a Jorge Ortiz, periodista de televisión; viudas de la partidocracia a las asambleístas Queirolo y Acosta; payaso completo a Galo Lara del P.S.P; retrógrado a Álvaro Noboa, a quien ganó la presidencial en segunda vuelta; adefesioso y mafioso a Nebot; mafioso y mentiroso a Lucio Gutiérrez, ex Presidente del Ecuador; terrorista a la Prefecta de Orellana; inepto a Alfredo Palacio, ex Presidente de la República; fuera de aquí a Emilio Palacio, periodista de El Universo; mafioso a Arroba Ditto y luego le incautó su radioemisora; también denigró a los apellidos guayaquileños Arosemena, Estrada, March; le dijo majadera a Martha Roldós ex asambleísta que le apoyaba en su proyecto de constitución; insultó al presidente de Colombia; al Ministro de Gobierno de Colombia; al Ministro de Obras Públicas Jorge Marún, etc.
En sus habituales monólogos de todas las semanas, en cadena nacional, recordamos que incitó y mandó agredir con el MPD en la toma y desalojo del Tribunal Supremo Electoral anterior, pues ahora tiene uno de bolsillo; la toma y desalojo del tribunal de garantías constitucionales; la toma y desalojo de la fiscalía general del estado para luego poner un Ministro Fiscal al que puede ordenar; la agresión de los diputados del congreso nacional; el casi linchamiento de los diputados en Rocafuerte; el apresamiento y encarcelamiento de la prefecta de Orellana; el ciudadano al que ordenó su prisión por dizque hacerle una señal obscena; la detención del policía civil vestido de ciudadano que dijo haberle insultado; la casi prisión de una señora que pasaba frente a un lugar donde estaba comiendo pollos y que no la saludó; la agresión y detención de mineros; el intento de bloqueo con buses en el puente de la Unidad Nacional en Guayaquil; cuando incitó e hizo pelear a los informales contra los municipales guayaquileños para que se tomen las calles; cuando incitó a los feligreses católicos para que le digan mentirosos a los curas que no pensaran como él; cuando arengó al pueblo a ponerse contra los habitantes de Zamborondón por pelucones; cuando les dijo a los cuatrocientos estudiantes de la universidad católica con muchos infiltrados de su gobierno para que golpeen a los cincuenta majaderos que estaban manifestando en su contra; cuando le dijo vieja pelucona a Margarita Arosemena, etc.

Correa también avivó una lucha de clases e hizo énfasis en algunos apellidos que calificó de ‘rimbombantes’, ‘pelucones’ y con ‘pedigrí’. En su monólogo de una cadena radial dijo: “Como no tenemos pedigrí, como no somos del Club de la Unión, como no somos de la gallada Socialcristiana, para esta gente no somos guayaquileños. O sea, Rafael Vicente Correa Delgado no es guayaquileño, Jaime Nebot Saadi sí es guayaquileño”. “¿Yo no soy guayaquileño porque no tengo pedigrí?, porque soy Correa Delgado no soy Nebot Saadi, o Arosemena Gómez Lince o Higgins de Ginatta, o Alberto March o Carlos Estrada. Entonces, como no tenemos nombres con pedigrí seguramente no somos guayaquileños”.
Según Correa, a la última persona que le temería es a Nebot, pues “creo que hasta por el hombro me da nomás”. Nebot recordó que Bolívar, quien le llegaría al pecho, tenía un ayudante muy alto que le lustraba las botas. Lo que cuenta es la estatura ética e intelectual” le dijo.
Margarita Arosemena, a quien calificó como ‘vieja pelucona’, dijo sentirse feliz y orgullosa de haber podido llegar a los 61 años en la labor social. Arosemena es coordinadora del movimiento “Guayaquil de pie”, que todos los jueves realiza un plantón en la plaza San Francisco.

Los magistrados de la Corte Suprema de Justicia y la Función Judicial han sido injuriados en reiteradas ocasiones por el Ejecutivo y sus partidarios; han recibido ofensas, diatribas, insultos por toda clase de partidarios del Movimiento Político de Correa. El ex asambleísta y ex Presidente de la Asamblea Fernando Cordero que aprobó más de 200 artículos en 48 horas, acusó a la Corte de chantaje, por la única razón de que los magistrados de la Corte han manifestado que acatarán la nueva constitución vigente, en el sentido de que después de diez días de oficializarse el triunfo del SI, ellos automáticamente dejan de ser Ministros. Creemos que los resultados de las elecciones se darán el 16 de octubre, por lo que el 26 de octubre, automáticamente los Magistrados de la Corte Suprema se van a sus casas. ¿Y la justicia qué?

Pero la ofensa más grande que se da al pueblo ecuatoriano, después de haber ganado el referéndum el 30 de septiembre, es seguir engañando a los ciudadanos con propagandas mentirosas, falsas, ilusorias, al puro estilo venezolano actual y nazista del siglo pasado.

El presidente debe estar al corriente que el sí ganó con el 63%, y que el 47% de los ecuatorianos le dijimos NO a ese proyecto de constitución. El Presidente debe unir al país y no seguir en esa campaña vejatoria y de división de los ecuatorianos. El Presidente debe respetar al 47% de los ecuatorianos que no estamos de acuerdo con su forma de gobernar. El Presidente debe dejar su estilo de violencia verbal si es que realmente quiere un cambio para nuestra patria. Debe gastar sus energías en combatir principalmente la corrupción, la inflación, el desempleo, el hambre, la falta de inversión. Debe fortalecer la seguridad jurídica, respetando su propia constitución de bolsillo. Si baja de las nubes y pisa tierra, podrá comunicarse con un pueblo que le dio el respaldo esperanzado en un cambio que no se ve. Ojalá Dios quiera que me equivoque, pero los hechos valen más que las palabras, Correa sigue en campaña. Seguirá en campaña antidemocrática, con ofensas, insultos, hasta nuevamente en el mes de febrero del 2009 ganar las elecciones la Presidencia de la República. De seguir por ese rumbo de ofensas y promesas, ya nadie le va a creer. El pueblo sufrirá las consecuencias. Analicen el accionar de un mal mandatario y prepárense a conciencia para votar NO.